Teatro Valle Inclán. ‘Historia de una maestra’: Tener Vocación

«Contar mi vida…» la vida, la Historia de una maestra en los años 1920 y posteriores. Noches oscuras e indecisas, la educación ignorada, el poco eco que queda de todo aquello.

A ejercer de maestra le llamaban vocación. Y, realmente, había que tener mucho de pasión, de sacrificio, de ilusión. Una época donde, solo por el hecho de ser mujer, ya era luchar contra un mundo hostil donde, además, no se consideraba importante la labor de la educación. No importaba no saber leer y escribir, había que trabajar para llevar el sustento a casa. Cuando, como dice, la autora, Josefina Aldecoa, «solo a través de la educación se puede transformar la sociedad».

En escena vemos un mundo roto. Una España fragmentada en sombras que después se convertirían en escombros, y surgen las inquinas, los prejuicios, la falta de libertad. Y, a pesar de todo, «estoy empezando a ser maestra».

Esa maestra fiel a sus principios, que se niega a cerrar los ojos a la falta de formación y, temblorosa, tendrá que ejercer su oficio contra caciques poderosos, el clero más oscurantista, las familias necesitadas que tenían miedo y poca voz.

Pero una maestra no puede arredrarse ante presiones, críticas, abusos de poder. Y se defiende como puede, sin rendirse, aunque ni siquiera esté segura de sí misma, sí sabe lo que no quiere, por lo que no está dispuesta a pasar.

Historia de una maestra | Teatro Valle Inclán

Con adaptación teatral de la novela por parte de Aurora Parrilladirección de Raquel AlarcónHistoria de una maestra es un testimonio de aquella época hasta el golpe de estado de Franco en el que hubo algunos atisbos, durante la Segunda República, de querer mejorar la enseñanza, la cultura, el nivel de formación de un país sumido en la pobreza, en la desidia, en el conformismo. Esta representación, realizada con elegancia y simbolismo, nos pone en visión la historia, no solo de una maestra, sino de una época histórica que no debe quedar enterrada, por más que algunos se empeñen en ello.

Fueron varios los intentos, La Institución Libre de Enseñanza, La Misiones Pedagógicas, El Centro de Estudios Históricos, la Junta para la Ampliación de Estudios, el Instituto Escuela, o las colonias escolares de vacaciones, que dieron al traste cuando comenzó la incivil guerra que a tantos maestros incómodos se llevó por delante.

Pero volviendo al montaje que nos ocupa y a la puesta en escena de esta Historia de una maestra, se defiende no solo una idea, un proyecto educativo, sino que nos relatan una situación que los jóvenes de hoy en día deben de conocer, y que saquen, después, sus propias conclusiones, que no todo sea destrucción y rigidez de miras, que no se quiebren los edificios del pensamiento creativo, que el latido y el pulso de la sociedad actual esté en la conciencia de que la educación pública, como la sanidad, son fundamentales para prosperar en crecimiento personal y social, saber que sin el traje de la cultura, los ciudadanos no podrán tomar sus decisiones porque no les habrán enseñado a pensar por sí mismos.


‘Historia de una maestra’, de Josefina Aldecoa, con dirección de Raquel Alarcón. En el Teatro Valle Inclán