Una exalumna expone la triste verdad de la escuela catalana: «En su relato, toda educación con fe es opresión»

Una carta enviada a El Periódico dice lo que muchos piensan sobre la educación diferenciada y ligada a la Iglesia Católica

En la pasada Selectividad, dos de las tres mejores notas de toda Cataluña las consiguieron alumnas de colegios donde se practica la educación diferenciada y que están vinculados al Opus Dei. En concreto, se trata de Catalina Goytisolo y Raquel Giménez, de La Vall y Canigó, respectivamente: ambas obtuvieron un 9,9 sobre 10 en las PAU.

Este miércoles, El Periódico publica una carta al director en la que se defiende la propuesta educativa de estas escuelas y se expone la realidad del laicismo en la escuela catalana. «Para mí –y para tantos otros que hemos crecido allí– [que dos de las mejores notas de las PAU 2025 provengan de escuelas del Opus Dei] es un signo», asegura la autora de la carta, Mariona Busquets.

Desde Sant Cugat del Vallès (Barcelona), Busquets firma una misiva en la que asegura que «se ha construido un relato donde toda educación con fe es opresión, donde todo proyecto con sentido es sospechoso». Una carta que pone palabras a lo que muchos piensan en Cataluña: a saber, que «el derecho a la educación no es propiedad del Estado, es de las familias».

«Parece que sólo hay una manera legítima de hacer escuela: la neutra, la mixta, la ideológicamente aceptada», lamenta Busquets, que ya publicó otra carta hace unos años sobre la grandeza del Adviento. Para esta lectora atenta, «cuando una escuela religiosa –con toda su fragilidad e imperfección– forma personas que saben quiénes son, de dónde vienen y hacia dónde van, no es un problema, es una esperanza, y se ha de celebrar».

Acoso a la educación religiosa

Insiste Busquets: «El papel del Estado no es decir cómo hemos de educar, sino asegurar que podamos hacerlo con dignidad, medios y plena libertad», y pide financiar «todas las escuelas que sirvan al bien común». Su alegato toca hueso, visto que tanto La Vall como su contrapartida masculina, La Farga, han anunciado que se privatizarán para poder mantener su modelo pedagógico intacto.

Resuena también el eco de la polémica desatada en torno a la escuela del Karmel en Terrassa (Barcelona), situada en la diana de una campaña de acoso que ha escalado hasta el Parlament. Recordemos también que ERC incluyó en el pacto con Salvador Illa para aprobar el tercer suplemento de crédito el compromiso de retirar el concierto a los centros que difundan «discursos de odio»; un epígrafe en el que los republicanos sitúan buena parte de la doctrina social de la Iglesia Católica.

«Desde la alegría, quiero alzar un clamor: que no nos dé vergüenza defender una educación con alma», contrapone Busquets en su carta. «Que no dejemos solas a las escuelas que educan desde la fe, desde la diferencia, desde la propuesta», y concluye: «La verdad no grita, pero florece siempre».