Armengol maniobra para evitar que Sánchez dé explicaciones sobre la ‘fontanera’ del PSOE

La presidenta del Congreso bloquea la petición de comparecencia del presidente, lo que impide que se vote en la Junta de Portavoces

Pedro Sánchez, al menos por ahora, no tendrá que dar explicaciones en el Congreso por el escándalo de Leire Díez, conocida como la ‘fontanera’ del PSOE. La presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengolha evitado incluir en el orden del día de la Mesa del Congreso la petición de comparecencia registrada por el PP, retrasando así su posible aprobación y, con ello, cualquier comparecencia del jefe del Ejecutivo hasta, como pronto, el mes de julio.

Según han denunciado los populares, se trata de una maniobra dilatoria premeditada para blindar a Sánchez del creciente cerco político en torno al caso de Díez, cuya figura estaría vinculada al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. La decisión de Armengol impide que la solicitud se vote en la próxima Junta de Portavoces, prevista para el martes y deja el asunto en un limbo procedimental que beneficia directamente al Gobierno.

El cálculo político es claro: si la Mesa no califica la petición hasta la semana siguiente, la Junta de Portavoces no podría tratarla hasta el 17 de junio, lo que dejaría la eventual comparecencia del presidente para la última semana del periodo de sesiones. Justo cuando Sánchez estará fuera del país, participando en la cumbre de la OTAN en La Haya, los días 24 y 25.

Ante esta jugada, Podemos y ERC han decidido mover ficha por su cuenta y registrar una solicitud paralela. Aunque coinciden en el fondo con la iniciativa del PP -exigir a Sánchez explicaciones sobre las actividades de Leire Díez y su entorno-, han preferido hacerlo por separado para marcar distancia con los de Feijóo y evitar aparecer alineados con el principal partido de la oposición. La suma de ambas propuestas cuenta ya con mayoría absoluta en la Cámara.

Desde el PP, el portavoz parlamentario Miguel Tellado ha sido especialmente duro. Ha acusado a Armengol de actuar como “árbitro comprado” y de poner la presidencia del Congreso al servicio del Gobierno. “Es una calamidad como presidenta”, ha espetado, al tiempo que ha denunciado un intento del Ejecutivo de “evitar rendir cuentas sobre las corruptelas” de quien considera un peón de Cerdán.

Tellado ha ido más allá, acusando al PSOE y al Gobierno de estar orquestando una operación para desacreditar a la UCO, la unidad de la Guardia Civil que investiga el caso. “Gobierno huido, Gobierno forajido. Esto tiene un nombre: pura mafia”, ha zanjado.

Podemos también ha elevado el tono. Ione Belarra, su secretaria general, ha exigido que Sánchez comparezca voluntariamente. “No puede permanecer más tiempo en silencio”, ha dicho, advirtiendo de que cada día que pasa sin explicaciones es “un día perdido para fortalecer la democracia”. Belarra ha cargado contra la “permanencia de las cloacas del Estado” y ha cuestionado al presidente por no haber “limpiado” estas estructuras ni haber evitado el nombramiento de figuras “controvertidas” como Marlaska o Robles.