En una sencilla y emotiva ceremonia presidida por el cardenal camarlengo se ha cubierto el rostro del Pontífice con un velo de seda blanca y se selló el ataúd
El ataúd del Papa Francisco está ya sellado después de una ceremonia que ha tenido lugar a las 20:00 en la capilla ardiente, instalada en la Basílica de San Pedro del Vaticano bajo el Baldaquino de Bernini. El recuento final asegura que 250.000 personas han pasado por delante del féretro del Santo Padre en las últimas horas.
El camarlengo de la Iglesia, cardenal Kevin Joseph Farrell presidió una sencilla ceremonia en la que se siguió al pie de la letra lo establecido en el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, reformado por el Papa Francisco.
Junto al cardenal camarlengo han participado –en una ceremonia que, por respeto a la intimidad del acto, no se ha transmitido por la televisión vaticana– el decano del Colegio Cardenalicio, cardenal Giovanni Battista Re; el cardenal presbítero, cardenal Roger Michael Mahony; el cardenal protodiácono, cardenal Dominique Mamberti; y el arcipreste de la basílica pontificia de San Pedro del Vaticano, cardenal Mauro Gambetti.
La ceremonia siguió una liturgia muy sencilla. El cardenal camarlengo leyó la rogito, la breve semblanza biográfica del Santo Padre.
A continuación, los cardenales recitaron el Benedictus y, finalizado el cántico, se colocó sobre el rostro del Papa Francisco un velo de seda blanca. Se roció el cuerpo con agua bendita y se depositó en el interior del ataúd el documento del rogito firmado por los cardenales presentes y una bolsa con monedas y medallas emitidas a lo largo del pontificado del Romano Pontífice.
Una vez finalizada la ceremonia se selló primero el ataúd de madera y luego el de zinc, una tarea que correspondió al cardenal camarlengo.
La ceremonia de sellado pone fin a tres días de homenaje al cuerpo del Papa Francisco durante los cuales, según datos facilitados por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, han pasado a rezar y despedirse del Romano Pontífice más de 150.000 personas.
La Santa Sede cerró la basílica a las 19:00, aunque los accesos a la misma se cerraron a las 18:00 y los accesos a la Plaza de San Pedro a las 17:00.