Pacto de los barones del PP para no negociar bilateralmente con Sánchez

Cierran un acuerdo sobre un documento que presentarán mañana en la cumbre autonómica que celebran para responder al cupo catalán. El frente común incluye rechazar la negociación bilateral con Sánchez, quien pretende convocarles uno a uno para poner sordina a su negociación bilateral con ERC.

El nuevo pacto autonómico del PP ha exigido horas de trabajo y de negociación para limar diferencias y conseguir que todos los presidentes del partido se coloquen detrás de Génova en este tema, a pesar de sus intereses concretos territoriales. Hay acuerdo, y, como adelantó este periódico, se presentará en un documento que este viernes hará público el PP, con la foto de Alberto Núñez Feijóo con todo su poder territorial detrás de él. En los asuntos nucleares Feijóo está demostrando tener la mano izquierda suficiente como para evitar versos sueltos, después de lo que ya ocurrió con la negociación con Vox tras las elecciones autonómicas y municipales y su efecto en las generales.

La reunión de este viernes no podía quedarse en una mera foto para tener consistencia como frente común contra el pacto de Moncloa con ERC por el que se consiguió la investidura de Salvador Illa a cambio de reconocer el concierto a Cataluña. La declaración que firman los presidentes autonómicos incluye una condena total de la «artimaña» de la bilateralidad con los separatistas con la que el Gobierno de España -según reconoce el documento- pretende camuflar su determinación de construir un país con ciudadanos de primera y de segunda. También recoge el compromiso de no romper la multilateralidad en ningún supuesto.

Esta afirmación tiene una especial relevancia porque es una respuesta directa al anuncio del presidente del Gobierno de que los convocará a todos, por separado, para negociar la reforma de la financiación autonómica, después de haber cerrado ya un pacto con ERC. «Tanto la actualización del sistema como cualquier cuestión relacionada con el mismo deben abordarse entre todos, a través de los cauces democráticos, para asegurar la igualdad de todos los españoles en el acceso a sus servicios públicos: no mediante encuentros arbitrarios, a capricho del Gobierno central, y a puerta cerrada, sino en los foros legalmente constituidos».

En el caso de la financiación, el documento subraya que el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) es el marco adecuado para abordar esa negociación. «Nos reivindicamos como presidentes autonómicos a la vez que ciudadanos españoles que creen en un país diverso y unido, y, si otros dirigentes socialistas han renunciado a su modelo de Estado, nosotros NO y lo seguiremos defendiendo todos a una».

Por tanto, las comunidades gobernadas por el PP «nos comprometemos a tratar estos asuntos únicamente en los foros multilaterales diseñados para ello». Desde Moncloa han estado contando que su estrategia para rebajar la tensión por el pacto con ERC, y el desgaste que este asunto les genera en sus federaciones, consistía en jugar a la división de los dirigentes autonómicos del PP con la financiación autonómica y con la quita de la deuda. En el primer caso, presionando a Andalucía, por ejemplo, y en el segundo, utilizando los intereses de la Comunidad Valenciana en que se ejecute la condonación de la deuda (el Fondo de Liquidez Autonómico) que Carlos Mazón recibió en herencia de la Administración de Ximo Puig. En este primer asalto, Feijóo mantiene la unidad de sus presidentes autonómicos y consigue que den un portazo a las negociaciones bilaterales, con las que en Moncloa pretendían igualar, en teoría, el trato que recibe Cataluña y el del resto de las comunidades autónomas.

En cualquier caso, desde Génova explican que la dirección nacional del PP lógicamente «respetará cualquier reunión entre nuestros presidentes autonómicos y cualquier miembro del Gobierno para abordar los asuntos que afecten a cada comunidad. Nuestra confianza y respeto hacia nuestros representantes en las autonomías es absoluto, y todos ellos son firmes tanto en la defensa de sus territorios como en su contundencia frente al chantaje que pretende Sánchez para buscar cómplices en sus cesiones al independentismo».

Por tanto, serán los presidentes autonómicos los responsables de fijar el nivel de relación institucional que consideren oportuno y Génova, tal y como ha afirmado, «ni inducirá ni prohibirá ninguna reunión».

Si han criticado a Sánchez por negarse tanto a recibir al PP como a convocar la conferencia de presidentes, que han reclamado por escrito en numerosas ocasiones.

 Insisten además en el PP en «poner en valor el compromiso con la solidaridad de todos los territorios gobernados por el PP y con la negociación multilateral en lo referido al sistema de financiación. Los que buscaban división no la han encontrado ni la encontrarán, y así quedará patente tras la reunión de mañana en la cumbre de presidentes que dirigirá Alberto Núñez Feijóo».