Carlos Alcaraz no falla: victoria para seguir con paso firme e intentar vengar a Nadal en la final

Tras la derrota de Rafa ante Novak Djokovic en el primer turno del día (6-1, 6-4), el tenista murciano vence con claridad a Tallon Griekspoor. Safiullin, su rival en octavos de final

Rafa lo intentó, pero el sorteo era el que era. Djokovic volvió —como siempre— como un toro tras la lesión. Lo demostró en la final de Wimbledon ante Alcaraz y volvió a hacerlo hoy con Nadal. Es el claro rival de Carlitos y solo se enfrentarían en una hipotética final por el oro. Sería la quinta final del tenista murciano, que suma hasta el momento un pleno de victorias: cuatro de cuatro.

Nadal se le ha agotado hoy la vía del torneo individual. Las esperanzas eran las que eran y ha jugado a un gran nivel. No se le puede pedir más. Ahora, centrará sus esfuerzos en el dobles, donde se le vio mucho más seguro jugando acompañado de Alcaraz. El balear siempre ha sido un gran doblista y demostró en primera ronda que puede guiar a Carlos al máximo nivel. Tras ganar a González y Molteni y la posterior eliminación de Bolelli y Vavassori a manos de Granollers y Carreño, dos de los dúos más potentes del cuadro han sido eliminados. Crecen, por tanto, los motivos para pensar en que una medalla es posible.

Para Alcaraz continúa el camino en solitario. Ante el neerlandés Griekspoor, el murciano no tuvo piedad y buscó ganar por la vía rápida. Rompió el primer break para cosechar un resultado de 3-0. En poco más de media hora, ya había ganado el primer set por 6-1.

La segunda manga fue algo distintaCarlos, quien sabe si pensando ya en el dobles con Rafa, quiso meter una marcha más, pero es cierto que Griekspoor mejoró. El tenista neerlandés, número 28 en el ranking ATP, hizo sufrir por momentos a Alcaraz. De hecho, forzó al murciano a llevarlo a un tie-break en el que acabó cediendo.

El de El Palmar es uno de los grandes candidatos de toda la expedición olímpica española para lograr una medalla. Primero, en individual, donde sus actuaciones recientes evidencian el gran estado de forma en el que se encuentran. Después, con su ídolo, con Rafa. El balear será su padrino de aquí al domingo, donde el tenis pondrá su punto y final. Por el camino, varias pruebas por superar, pero con la ilusión intacta. Porque una medalla (o dos) son más que posibles para Alcaraz.