El rango permanece entre el 5,25% y el 5,50%, el umbral en el que se encuentran desde mediados del pasado año
La Reserva Federal mantiene los tipos y espera a tener más «seguridad» en el descenso de la inflación antes de bajarlos
La Reserva Federal de EE.UU. ha decidido este martes mantener los tipos de interés en el rango del 5,25%-5,50%, el umbral en el que se encuentran desde mediados del pasado año. No ha sido una sorpresa, en una decisión que se daba por segura y que deja a los tipos en su nivel más alto par los últimos 23 años.
Más dudas existían sobre el calendario de bajadas de tipos que prevé el banco central estadounidense, en un contexto de crecimiento económico sólido, pero también con una inflación más persistente de lo que se anticipaba hace unos meses. Sin embargo, los miembros del Comité de Mercados Abiertos de la Fed, el organismo que toma la decisión sobre tipos, han vuelto a proyectar tres recortes de tipos de aquí a finales de año, la misma previsión que hicieron en diciembre.
Esas proyecciones concentraban buena parte de la atención de los mercados, en un momento en el que los datos de inflación de enero –3,1%– y febrero –3,2%–, una corrección a la tendencia bajista que se vio el año pasado, sembraban dudas sobre qué calendario de recortes quedaría para lo que queda de 2024.
La evolución de precios está todavía lejos del objetivo del 2% que tiene marcado la Fed para la inflación y eso hacía pensar a algunos analistas que sus miembros reducirían el ritmo de recortes a dos para el resto del año.
Esta ha sido, de momento, la respuesta de la Fed a la encrucijada que su presidente, Jerome Powell, ha descrito desde que el año pasado la inflación empezara a dar un respiro a las autoridades: existen riesgos si se recortan tipos demasiado rápido, pero también si se hace demasiado lento.
En el primer caso, eso podría afectar a la tendencia de contención de la inflación, para lo que se han hecho grandes avances en los últimos meses. Pero si el recorte de tipos tarda en demasía, podría afectar al mercado laboral, la otra gran prioridad de la autoridad monetaria.
En la rueda de prensa posterior a la decisión, Powell insistió en esa «doble cara» y defendió que los recientes datos de inflación «no han cambiado el relato general» sobre la evolución de precios ni sobre la posición de la Fed al respecto. «No sabemos realmente si esto es un bache en el camino o algo más», reconoció el presidente de la Fed, pero la fortaleza en el resto de la economía permiten al regulador tener paciencia en sus decisiones y mantenerse en el camino fijado.
La Fed también ha proyectado un mayor crecimiento de la economía estadounidense este año: crecerá al 2,1%, frente al 1,4% estimado en diciembre. La mejora en el crecimiento también se extenderá a los años 2025 y 2026. En lo que tiene que ver con el desempleo, apenas hay cambios: frente al 3,9% actual, en diciembre se proyectaba un 4,1% para el final de este años y ahora se sitúa en el 4%. Las estimaciones de la Fed fueron recibidas con subidas generalizadas en bolsa.