La gallega Yolanda Prezado, referente internacional en Radioterapia, vuelve a España para liderar un grupo de investigación en protonterapia. «Hay una oportunidad muy importante de colocar a España en una ‘pole position’ en la investigación en este campo», señala.
Referente internacional en el campo de la Radiología, Yolanda Prezado (Verín, 1977) ‘vuelve a casa’ tras desarrollar gran parte de su carrera profesional en París. La gallega acaba de fichar por el Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de la Universidad de Santiago de Compostela desde el que dirigirá una nueva línea de investigación en protonterapia. Uno de sus principales objetivos es situar a España a la vanguardia de esta área de investigación, que se encuentra inmersa en «un cambio de paradigma».
Nuestro país, asegura, «se puede convertir en una de las grandes potencias de la protonterapia».
«Tenemos por delante una gran oportunidad» con los 13 equipos de protonterapia que a corto plazo estarán disponibles en España, señala la investigadora, que se refiere a los dos equipos que ya existen en Madrid y al licitado en Cantabria, a los que se sumarán próximamente los donados por Amancio Ortega.
La llegada de estos nuevos centros de protones «va a situar a España como uno de los países con más líneas de protonterapia por habitante», lo que la coloca en una situación privilegiada para el avance de la investigación.
Si eso se coordina bien, incide, va favorecer mucho los estudios en este campo «y va a permitir que conozcamos cada vez mejor la radiobiología de los protones», lo que redundará en una ampliación de las localizaciones y la efectividad de esta terapia.
«Mi intención es ayudar a construir algo relevante. Tenemos que trabajar en equipo. Si se hace bien, se puede convertir a España en una de las grandes potencias de la protonterapia. Hay una oportunidad muy importante de colocar a España en una ‘pole position’ en el ámbito internacional» en el campo de la radioterapia en general y de la protonterapia en particular.
NUEVOS ENFOQUES EN RADIOTERAPIA
Prezado fundó su equipo en 2013 en el Centro Nacional para la Investigación Científica francés (CNRS por sus siglas en francés) para explorar nuevos enfoques en Radioterapia, un objetivo que trasladó posteriormente al Institut Curie de París, desde el que recala ahora en el CiMUS. En el centro de investigación gallego quiere establecer líneas de colaboración y sinergias con distintos grupos de diferentes disciplinas.
«Llevamos ya muchos años trabajando en estas línea de investigación, desarrollando nuevos enfoques. La filosofía es mejorar el índice terapéutico de la Radioterapia, que es uno de los principales pilares del tratamiento del cáncer».
La Radioterapia, subraya la investigadora, es ya a día de hoy una herramienta poderosa y sofisticada contra distintos tumores. Sin embargo, el potencial de mejora en este terreno es enorme.Solo estamos viendo la punta del iceberg de lo que este abordaje puede ofrecer, señala. Las investigaciones recientes, de hecho, dejan entrever un futuro más que prometedor en lo que respecta a este tipo de tratamientos y su utilidad clínica.
Por ejemplo, señala, hay cada vez más evidencias de que modificando los parámetros físicos de la irradiación, es decir, la manera en la que depositamos la dosis en el organismo, podemos modular la respuesta biológica frente al cáncer, lo que abre un extenso campo de acción.
MINIHACES DE PROTONES
En esta línea, el equipo de Prezado ha sido pionero en el desarrollo de nuevas técnicas de radioterapia, como la radioterapia con minihaces de protones, una estrategia que en estudios de laboratorio ha demostrado ser menos invasiva y más eficaz. Por este abordaje, la investigadora ha recibido el premio de la Academia Francesa de las Ciencias y la concesión de una beca Consolidator Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC).
Con respecto a la terapia convencional, la protonterapia estándar ya permite irradiar de forma más precisa, preservando en gran medida los tejidos sanos circundantes al tumor. Pero la técnica de Prezado, según lo que apuntan las investigaciones preclínicas, permitiría ir un paso más allá, activar otros mecanismos biológicos contra el cáncer y llegar a localizaciones y tumores hasta ahora inexpugnables.
«Es una técnica que reduce de manera drástica la toxicidad de los tejidos sanos y aumenta la eficacia de control tumoral en tumores tan agresivos como son los gliomas«, expone la investigadora.
En un ensayo en ratas implantadas con modelos de glioma, la estrategia ha demostrado un control tumoral muy importante, con tasas de supervivencia en los animales de hasta el 70% libres del tumor.
Esos experimentos se hicieron con dosis muy altas de irradiación, una aproximación que no se podría haber llevado a cabo con protonterapia estándar sin provocar daños importantes en el cerebro. En el caso de los minihaces de protones, sin embargo, el tratamiento resultó seguro. En estudios de comportamiento realizados posteriormente en las ratas tratadas no se observaron daños a nivel cognitivo o motor.
Pero, además, los investigadores observaron otra ventaja adicional de la técnica. Los minihaces permiten aplicar dosis heterogéneas de irradiación, de forma que parte del tumor reciba dosis más bajas del tratamiento que otras áreas. El equipo de Prezado quiso probar los efectos de esas diferencias en un experimento en el que, pese a la heterogeneidad, la supervivencia de los animales seguía siendo alta. Los científicos pensaron entonces en la posibilidad de que el abordaje estuviera activando otros mecanismos radiobiológicos. Plantearon la hipótesis de que la clave podía estar en el sistema inmunitario y se dispusieron a seguir investigando.
Entre las nuevas pruebas que llevaron a cabo, se plantearon inyectar de nuevo células tumorales en el hemisferio contralateral de varios animales que ya habían sido tratados previamente con los minihaces de protones y se habían curado. Y lo que comprobaron es que, mientras que los animales de control desarrollaban cáncer, ninguno de los animales irradiados lo hacía. «Se producía una especie de efecto vacuna, el sistema inmune era capaz de reconocer las células tumorales», señala Prezado, quien aclara que ese descubrimiento puede ser muy interesante para hacer frente a uno de los principales problemas que presentan los gliomas, su alta tasa de recurrencia.
Los investigadores ya preparan los ensayos clínicos para probar la utilidad de la técnica en pacientes. En concreto, están buscando financiación para llevar a cabo la primera fase de la investigación clínica.
Además, también exploran la combinación de la técnica con abordajes de inmunoterapia, como las CAR-T.
OTROS ABORDAJES
Otra de las líneas que Prezado investiga es la denominada radioterapia FLASH, que básicamente consiste en aplicar altas dosis de radiación en un tiempo muy corto, «en milisegundos en lugar de darlas en minutos».
También han llevado a cabo estudios preclínicos con la técnica, destinada a reducir la toxicidad en tejidos y órganos sanos, si bien Prezado reconoce que está aproximación está mucho más lejos de llegar a la clínica y ha arrojado algunos resultados desalentadores. «Es muy interesante a nivel de investigación, pero creo que todavía se deben hacer muchos más estudios para encontrar una configuración óptima y poder pensar en llegar a la clínica», señala la investigadora, quien apunta que el equipo también tiene una línea que explora la combinación de radioterapia con nanopartículas.
«Estamos en un momento interesantísimo en el campo de la radioterapia. En medio de un cambio de paradigma y de que se desechen dogmas establecidos, como que para erradicar un tumor se necesitan dosis estrictamente homogéneas», señala la científica
En ese sentido, Prezado añade que la disciplina está cambiando para guiarse por la biología en vez de por la tecnología. «Por ejemplo se ha visto que los protones tienen una mayor capacidad para inhibir la angiogénesis tumoral, lo cual es beneficioso para el control tumoral».
Hasta ahora, estamos explotando las ventajas físicas de los protones. Pero en el momento en que empecemos a investigar más sobre la radiobiología de los protones vamos a ser capaces de tratar de una manera más eficaz distintas localizaciones tumorales y vamos a poder utilizar los protones de una manera mucho más óptima, adelanta.
«Estamos en un punto clave, en un momento en la investigación importantísimo, donde se está produciendo una una explosión de innovación y nuevos conocimientos. En los próximos años vamos a ver una gran evolución. Toda esta investigación va a mejorar los tratamientos sin duda». Y ahí España puede cumplir un papel clave, subraya Prezado.
La científica dice que decidió volver por «una mezcla de consideraciones personales y profesionales» en las que, sin duda, ha cumplido un papel importante el hecho de que «ahora mismo tenemos una oportunidad muy importante para situar a España en una muy buena situación en el panorama internacional de la radioterapia».
«Por sus profesionales, recursos, funcionamiento y localización estratégica, el CiMUS es el ecosistema idóneo para amplificar la investigación en este campo que estaba desarrollando en el Institut Curie, en París, una investigación que por su carácter transversal va a permitir establecer fácilmente sinergias con los distintos grupos de este Centro Singular. Las especialidades en biología, medicina y métodos de Drug Discovery del CiMUS son sumamente interesantes para ser aplicadas en el campo de la radioterapia».
A día de hoy sigue habiendo tumores para los cuales no existe esperanza y sigue habiendo pacientes que se curan pero arrastrando importantes secuelas, concluye. «Tenemos que seguir invirtiendo e investigando en el campo de la Radioterapia. Y me gustaría contribuir a construir algo relevante. Aportar toda mi experiencia y mis contactos a la comunidad científica española para, entre todos, poder ayudar a los pacientes».