El secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, el también diputado Sergio Gutiérrez, trata de sacudirse la presión a escasas horas de la votación en el Congreso
Quedan solo horas para que el pleno del Congreso vote la proposición de ley orgánica de amnistía y los ocho diputados del PSOE de Castilla-La Mancha tratan de sacudirse la presión. El secretario de Organización del PSOE regional y mano derecha de Emiliano García-Page, el diputado por Toledo Sergio Gutiérrez, ha cerrado toda puerta a una sorpresa en la votación de este martes: «Nosotros no somos diputados de Emiliano García-Page. Somos diputados del Partido Socialista Obrero Español», según él.
A raíz del enfrentamiento entre García-Page y la dirección nacional del PSOE, las miradas han vuelto a posarse en esos cinco hombres y tres mujeres. No son todos los que empezaron la legislatura, puesto que en estos pocos meses ese grupo de ocho ha registrado dos cambios. Pero las probabilidades de deserción siguen siendo las mismas: cero.
El alcalde de Casarrubios del Monte, Jesús Mayoral Pérez, ha sustituido a la diputada por Toledo Milagros Tolón, que ha sido designada delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha; y Cristina López Zamora ha ocupado el escaño por Ciudad Real al que ha renunciado la ministra Isabel Rodríguez (Pedro Sánchez hizo a casi todos sus ministros dejar el escaño).
El presidente del PP castellano-manchego, Paco Núñez, animó el viernes a García-Page a que sea consecuente y ordene a sus ocho diputados votar en contra de la norma. Lo que automáticamente la tumbaría. En realidad, bastaría con que lo hicieran cuatro de ellos, que sumados a los 172 noes del PP, Vox, UPN y Coalición Canaria alcanzarían la cifra de 176, mayoría absoluta.
El presidente del PP-CLM, Paco Núñez, en una entrevista con El DebatePaula Argüelles
Núñez incluso invocó el artículo 33 del Reglamento interno del grupo parlamentario socialista en las Cortes, que contempla la libertad de voto para los diputados y senadores socialistas por razones de conciencia. Pero lo tiene que determinar la dirección del grupo, previa petición de alguno de los interesados. Y en este caso no se da ni una cosa ni la otra: «El Pleno del Grupo Parlamentario podrá excepcionalmente acordar la libertad de voto por razones de conciencia, una vez oídas las razones del parlamentario o parlamentarios solicitantes», reza ese artículo.
De los ocho, el diputado más cercano a García-Page es sin duda Sergio Gutiérrez, número dos del PSOE de Castilla-La Mancha. Y éste lo dejó muy claro el sábado en una entrevista en Radio Castilla-La Mancha. «Nosotros no somos diputados de Emiliano García-Page, somos diputados del Partido Socialista Obrero Español elegidos en una urna. Es decir, la gente que votó el 23 de julio al PSOE en las elecciones generales no había ninguna duda que querían votar a Pedro Sánchez», replicó el hombre de confianza del presidente castellano-manchego.
Además, Gutiérrez contestó al líder del PP regional que el artículo 33 del Reglamento que rige para los parlamentarios socialistas no es «un cajón de sastre en el que quepa todo».
Ese artículo fue al que, en noviembre de 2016, quisieron acogerse los diputados socialistas que desobedecieron la directriz de su partido y votaron en contra de la investidura de Mariano Rajoy. Por aquel entonces, el presidente del Comité de Disciplina del PSOE -y por tanto el encargado de escuchar las alegaciones- era el diputado por Cuenca Luis Carlos Sahuquillo, quien este martes también votará a favor. Como lo hará, asimismo, su compañero por Ciudad Real Gonzalo Redondo.
En realidad, el pasado 12 de diciembre ambos ya dieron su respaldo a la toma en consideración de la proposición de ley de amnistía, en el que supuso su primer paso por el pleno del Congreso. El PP forzó que aquella votación fuera por llamamiento para retratar a todos y cada uno de los diputados del PSOE. En especial, a los ocho de Castilla-Mancha.
Completan la lista los diputados por Albacete Emilio Sáez Cruz (exalcalde de Albacete) e Isabel Iniesta, el diputado por Ciudad Real Gonzalo Redondo Cárdenas y Alberto Rojo Blas por Guadalajara, de cuya capital fue alcalde hasta junio.
A excepción de Sergio Gutiérrez, los demás guardan en estas horas previas silencio. Sobre la amnistía y sobre la disputa entre su secretario general y la dirección nacional del PSOE.
