El líder del PSOE madrileño admite que la amnistía «va en contra de lo que nos define como sociedad»

Juan Lobato cree que tiene «cosas malas» y habrá que ver si acarrea algún coste electoral, pero también aprecia «efectos positivos muy potentes»

«La ley de la amnistía va contra lo que nos define como sociedad», ha admitido el secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, en una entrevista con E.P.

El portavoz de los socialistas considera que en una sociedad «nos ponemos unas normas, nos obligamos a cumplirlas y quien no las cumple tiene consecuencias». «Eso es lo que nos define, y lo aprendemos desde chiquititos en el colegio, nuestros padres, en la universidad. Te sacas el carnet de conducir y si vas a 150 te multan. Y la amnistía va en contra, intuitivamente, de eso», explica.

No obstante, a pesar de admitir que la medida tiene «cosas malas» y que no le gustan y por tanto habrá que ver si conlleva un impacto electoral contra el PSOE en las próximas citas con las urnas. Sin embargo también aprecia «elementos positivos muy potentes».

En todo caso, considera que es lo mismo que sostiene el presidente del Gobierno, todos los ministros y la dirección del PSOE, «no es algo de Juan Lobato». «Claro que tiene cosas malas porque intuitivamente va contra lo que nos define como sociedad», señala.

Lobato considera que ese es el elemento negativo que tiene, pero también aprecia una parte positiva, en primer lugar, que haya «un Gobierno de progreso» que suba las becas para estudiantes, las pensionesgenere empleo de calidad e incremente el salario mínimo.

Además considera que existe otro punto «potencialmente positivo» sobre la mejora de la convivencia. Así señala que puede ser que pasados unos años se pueda apreciar que ha mejorado la convivencia dentro de Cataluña y de esta comunidad con el resto de España. «Esto es posible, no lo sabemos», aunque considera que pasó lo mismo con los indultos y finalmente se ha visto que «sí ayudó», añade.

A su juicio los elementos negativos de la amnistía «pesan», pero habrá que comprobar cuánto. «Son decisiones que tienen elementos positivos, pero también elementos negativos. Y como cualquier decisión política, los elementos negativos pesan. ¿Más o menos? pues lo veremos», señala.

Considera que habrá gente a la que esta medida le pueda llevar a cambiar su voto y a la que no le guste –»para empezar mucha gente del PSOE», apunta–, pero piensa que en el partido son conscientes y que el propio presidente del Gobierno ha dicho que es una decisión de «mucha complejidad» y que hay ciudadanos que «a priori no la ven bien».

Sin embargo defiende que «eso es la política, ponderar lo positivo y lo negativo de cada decisión» y sacar adelante las medidas «con liderazgo». «Y eso es lo que se ha hecho», sostiene, en un escenario en el que es complicado armar una mayoría parlamentaria en el Congreso.

Lobato reconoce que se han tomado decisiones que no estaban en el programa electoral del PSOE y además «no son las que se esperaban», pero sostiene que se ha hecho para que el país «avance» y haya un nuevo Ejecutivo.

En todo caso señala que el PSOE no toma decisiones por cálculos electorales. «Lo hace porque en un escenario de mayorías tan complicadas en el Congreso, se han ponderado elementos positivos y negativos y se ha decidido tomar esta decisión para que el país avance y haya un Gobierno«, señala.

El líder de los socialistas madrileños fue muy crítico con la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, cuando el pasado mes de septiembre acudió a Bruselas para reunirse con el expresidente catalán, Carles Puigdemont, uno de los líderes políticos que se verá beneficiado por la amnistía.

Ahora, ante las futuras reuniones entre Sánchez y Puigdemont–anunciadas por el propio jefe del Ejecutivo– , considera que será «complicado» pero que «si se tiene que hacer, se tendrá que hacer».

«Las veremos en el futuro y veremos en qué marco y en qué formato se hacen», señala antes de reiterar que le molestó la visita de Díaz porque es vicepresidenta del Gobierno de España y no estaba «coordinada» con el resto del Ejecutivo.

Reitera además que no le gustó «el tono» en que se produjo el encuentro «poco menos que de simpatía, una especie de carantoñas, de bromas» que le generaron «rechazo». «Porque todos sabemos la complejidad que supone la decisión de poder sentarse y acordar con un partido como Junts y con una persona como Puigdemont, y desde luego no es para tomárselo a broma, ni mucho menos, y yo sí que en ese momento lo critiqué».

Sin embargo, indica que lo que suceda a futuro, cómo se tramite la ley de amnistía y cómo eso afecte al estatus y la situación jurídica de Puigdemont, puede cambiar el escenario. «La cosa evolucionará, no es lo mismo una persona hoy que hace 15 años», señala.