Miguel Carreras, Medalla de Oro de Zaragoza: «La mayor ilusión es que mis nietos sigan con el negocio»

Con motivo de su 90 aniversario, Carreras Grupo Logístico recibe hoy la Medalla de Oro de la ciudad de Zaragoza que le ha concedido el ayuntamiento. La compañía ha hecho historia. De sus inicios humildes ha pasado a convertirse en líder en la logística y el transporte de gran consumo en España y Portugal, con una flota controlada de 1.000 vehículos y una red de 46 instalaciones logísticas. Al frente del grupo sigue, a sus 89 años, Miguel Carreras, que guía el negocio junto a varios de sus hijos, quienes representan ya la tercera generación de la saga familiar.

¿Cómo llega una empresa a los 90 años?

Imagina la de crisis y situaciones que hemos superado. Primero, con Franco, las fronteras estaban cerradas, teníamos que competir con nosotros mismos. Luego se abrieron y empezó a venir competencia, que, lógicamente, estaba mejor preparada y era más potente y fuerte. Hubo una barrida tremenda en nuestro sector. Después vino el tsunami de la globalización. No ha sido fácil competir y que no se nos llevaran por delante, como les pasó a muchas empresas.

¿Les han intentado comprar?

Nos han tentado varias veces, pero a mi no me apetece el dinero. Lo que siempre me ha gustado es crear empresa, competir y luchar, haciendo la gestión lo mejor que he sabido. Ni siquiera he querido participar en empresas extranjeras. No me gusta ser cola de león, sino cabeza de ratón. Han venido americanos y europeos. Somos un caramelo en el sector. Una empresa muy cotizada y fuerte. Hasta el punto de que somos líderes.

¿Cuál ha sido la receta de éxito?

Nunca he cogido un céntimo de los dividendos. Nuestras empresas no los reparten. Continuamente los estamos reinvirtiendo. A veces hasta el 100% o el 200% de los retornos. Luego somos buenos administradores y cultivamos la austeridad. Medimos las cosas, miramos de no tirar el dinero, hacemos las inversiones que necesitamos. Por eso hemos llegado hasta aquí.

¿Qué consejo daría a quienes se lanzan a emprender?

Hay que apalancarte en las empresas. Es un mal director el que espera solo a tener beneficios para pagar al contado, antiguamente se hacía así. El empresario tiene que arriesgar. Dos y dos en la empresa no son cuatro. Puede ser cinco, cuatro, tres o cero. No hay que tener apego al dinero. Lo primero hay que tener proyectos y venderlos; primero, a tu gente. Y tienes que tener gente capaz de llevarlos a cabo. Rodearte de buena gente es el mayor éxito.

¿Cómo fueron los inicios?

Mi padre y sus dos hermanos compraron en 1933 un camión modelo Bedford de segunda mano y tres toneladas, pero con la intención de llevarse un jornal a casa. Compraban y vendían cereales. Con el camioncico se iban defendiendo y nos iban sacando a la familia adelante. Ni mi padre ni nadie pudo imaginar que llegaríamos donde estamos. Yo tampoco.

¿Cómo entró en el negocio?

Lo cogí cuando tenía 19 años y la empresa 20. Se fundó un año antes que yo naciera. Entonces había dos camiones viejos y me puse de ayudante de chofer. Hice profesor mercantil, pero no lo terminé. Le dije a mi padre que a mi me gustaba el negocio y, con buen criterio, me puso a trabajar llevando el camión. Estuve tres años. A veces estábamos 15 días sin venir a casa.

¿Y cómo logró pasar de dos camiones a los mil que tiene ahora?

Al salir de la mili, me dije que no podía estar llevando el camión toda la vida. Quería tener mi empresa pero solo tenía dos camiones. No había más remedio que tirarme a la piscina sin agua. Empecé a buscar mis clientes. Y lo conseguí a base de ingenio. Mi vocación era tener mi empresa y mis clientes. Así empecé con la primera delegación en Barcelona. Luego vino Madrid, Bilbao, Asturias… y salir al extranjero. 25 años me costó crear la red completa en toda España y parte de Europa.

¿Qué supone recibir la Medalla de Oro de la ciudad de Zaragoza?

Hemos tenido muchos reconocimientos, ya vamos por 31. Algunos de ellos muy válidos como el de Aragonés del Año. Pero este es el mejor. Estamos muy orgullosos de que una ciudad de 700.000 habitantes nos conceda la máxima distinción. Se dice que nadie es profeta en su tierra, nosotros parece que un poco sí lo somos.

Sigue al frente de la empresa con casi 90 años.

Voy cada día a nuestra sede de Plaza. Estoy al tanto de todo lo que pasa, en el día a día. Y me permito aconsejar a mis hijos. Llevo 70 años en la empresa. Varios de mis hijos están en la empresa y esa es la mayor satisfacción de mi vida. Y mis nietos no tardarán. Seis de mis 13 nietos están licenciados. Mi mayor ambición, deseo e ilusión es que sigan con la expansión del negocio, que trabajen en algo que sea suyo, una empresa que tiene un gran porvenir. No he hecho todo esto para que vivan de dividendos y sin trabajar.

¿En qué momento está el grupo?

Empezando. La empresa está empezando. Cuando coges una piedra y la lanzas desde lo alto del Aneto se va haciendo una bola nieve cada vez más grande. Pues nosotros ahora estamos cogiendo ya mucha nieve. Un año nuestro de ahora supone como 15 de los primeros. El futuro de esta empresa es inimaginable. Somos líderes en España y Portugal, llevamos cinco años en Francia. Y luego iremos a Italia, Alemania… Tenemos ya una empresa en Argentina y planes en Chlle.

¿Cómo ve el sector del transporte?

La economía siempre tienes sus subes y bajas. Ahora estamos en un momento de bajada por varias razones. Y eso se está notando en el transporte. Las inversiones, que este tiempo atrás valía casi cero financiarlas, se han frenado. Al haber menos trabajo, el precio baja. Van a sobrar camiones. El mercado es el rey de todo y el que marca oferta y demanda. Esto dará lugar a una concentración del sector por exceso de oferta. Aún así, nosotros este año vamos a comprar más camiones.

¿No dice que viene malos tiempos?

Pero las empresas hay dos formas de dirigirlas. Los hay que piensan solo en el corto plazo. Otros nos saltamos las crisis y pensamos ya en cuando se resuelvan. Estamos preparándonos para el futuro.

La compañía está presente en toda España y parte de Europa, pero sigue muy anclada a Aragón.

Mira si tenemos las raíces aquí, que todo lo que ganamos en España, Portugal, Francia y de todos los sitios se ingresa en las arcas de Aragón. Que no todo el mundo lo hace. Lo hacemos porque queremos hacerlo así. Me han venido a buscar de Madrid y Navarra para trasladar la central allí, pero siempre he dicho que no. Y no es que me beneficie estar aquí porque nos perjudica con los impuestos.

¿Cómo valora la situación de la comunidad autónoma?

Hay buena gente. Tenemos buenos empresarios: muy válidos, sacrificados y valientes. Que cogen la cartera y se van por el mundo y vende. La gente aquí es trabajadora. La conflictividad no existe. Y en logístico, Madrid es el primero indiscutiblemente, pero ojo con Zaragoza, que ya empieza a contar más que Barcelona en este sector.