La sequía amarga la prometedora campaña de fruta dulce en Aragón

UAGA prevé un incremento de la producción del 65% tras dos años funestos por culpa de las heladas. La cereza arranca con fuerza pero hay incertidumbre en otros cultivos y variedades por las restricciones de riego, que han empezado a producirse

La campaña de la fruta ha comenzado en Aragón con fuerza y buenos presagios pero la gran incertidumbre que genera la sequía podría ensombrecerlos. Las previsiones para este año son prometedoras y todo apuntaba a una gran cosecha tras dos años funestos por culpa de las heladas, pero los fruticultores no las tienen todas consigo. Conforme pasan las semanas y persiste la escasez de precipitaciones, crece el temor a que no haya agua suficientes en los sistemas de riego para cubrir una temporada que se extiende hasta septiembre. De hecho, ya han empezado a sufrirse restricciones en algunas zonas.

«Es una campaña incierta», señala a este diario Óscar Moret Raluy, secretario provincial de UAGA en Huesca y productor de fruta en Osso de Cinca. «Tras dos años malos por las heladas, ahora que se esperaba una producción importante está la sequía. Es una gran preocupación porque necesitamos calibre y sabor, sin agua eso es difícil», explica.

«La sequía es una gran preocupación porque necesitamos calibre y sabor; sin agua eso es difícil»

La cereza, como siempre, ha dado el pistoletazo de salida de la campaña de la fruta. Empezó a recogerse desde el pasado 25 de abril en Mequinenza Caspe y se ha ido extendiendo por todo el Bajo Cinca y, posteriormente, por localidades de Valdejalón como Ricla y La Almunia de Doña Godina y Calatayud.

Las primeras cerezas en un campo de cultiro de Huesca.

Las primeras cerezas en un campo de cultivo de Huesca. UAGA

En esta última zona preocupa la situación que sufren los campos de cerezas cultivadas en altura, que carecen de riego y están siendo víctimas de la severa sequía. Además de las baja producción, «algún árbol se está muriendo», lamentan desde UAGA. «No son muchas hectáreas, pero es una producción de calidad y apreciada en los mercados», subrayan.

También han empezado a recolectarse los primeros albaricoques y en junio se seguirá con el melocotón. En los primeros compases de la campaña, las restricciones de agua se han empezado a sentir en algunos de los sistemas de riego. Los productores de fruta que se abastecen del Canal de Aragón y Cataluña padecen ya una dotación de un tercio y existe una creciente inquietud en otras zonas. «La duda es sí podremos mantener los bombeos del pantano de Mequinenza y Ribarroja», explica Moret. Y en el Jiloca empiezan a darse signos preocupantes.

La preocupación por la sequía se cierne principalmente sobre el Bajo Cinca, el Cinca Medio, La Litera, Mequinenza y Caspe. En el resto de zonas productoras de la comunidad «también hay problemas pero no tan graves». Si la situación se agrava, «no quedará más remedio que meter más agua en las variedades tempranas y sacarla de las tardías», auguran desde UAGA.

En el caso de la cereza, las estimaciones iniciales de UAGA apunta a que se recogerán unas 80.000 toneladas en las 8.000 hectáreas dedicadas a esta fruta en Aragón, lo que puede suponer aproximadamente entre un 30% y un 40% más que la campaña anterior, que se vio muy mermada por la incidencia de las heladas. Cabe recodar que la comunidad es el principal productor nacional de este fruta, con alrededor del 40% de la superficie cultivada en España y una facturación que supera los 300 millones de euros.

A nivel general, desde esta organización agraria estiman que la producción total de fruta dulce rondará las 600.000 toneladas, que sería el volumen aproximado de una campaña normal. Si esta cifra se consolida, el crecimiento respecto al año anterior rondaría del 65%. 

En cualquier caso, todas estas cifras están condicionadas por el devenir de la sequía en los próximos meses. «Si se puede regar bien, será una campaña buena  en producción, contratación y esperamos que en el mercado», concluye el responsable del sindicato agrario en Huesca.

«Cuello de botella» en la contratación

En cuanto a la contratación de trabajadores para la campaña de este año, el sector de la fruta de Aragón se encuentra ahora mismo en un momento álgido, con alrededor de 15.000 temporeros al coincidir el inicio de recogida de la cereza, que es el cultivo más demandante de mano de obra, con los trabajos de aclareo. A ello se suma que no ha finalizado la campaña de la fresa de Huelva o los invernaderos de Almería, lo que genera «cuello de botella» en la búsqueda de personal. Esto provocado incluso que «se esté pagando por encima de convenio», señalan desde el sector.

En cuanto a los precios, desde UAGA señalan que han empezado «bien» la campaña y, aunque han tendido a la baja, siguen en niveles «sostenibles». Que se mantengan en esa línea es esencial para unos fruticultores que afrontan la campaña «con los costes de producción más altos de la historia», afirma Moret.