Alcaraz y la mejor conclusión de lo vivido en la Caja Mágica

Carlitos y su equipo dejaron el Mutua Madrid Open muy satisfechos porque fue capaz de resolver partidos sin necesidad de alcanzar su mejor nivel

Hace un año Carlos Alcaraz dejaba Madrid con su primer título en la Caja Mágica. Había liquidado y por este orden a Nadal, Djokovic y Zverev. Su tenis asombró por momentos. Este año el cartel de las tres últimas faenas no ha sido tan lustroso (Khachanov, Coric y Struff) y su juego tampoco, pero el final ha sido el mismo. Y ahí, en la forma en la que ha ganado, es donde Carlitos y su entorno obtienen las mejores conclusiones de lo sucedido en las dos semanas pasadas en la Caja Mágica de la capital.

«Soy de los jugadores que cuando juega mal es capaz de sacar partidos adelante. El 80 por ciento de los partidos que se juegan a lo largo del año no se juegan al nivel que quieres y no te sientes igual de bien que cuando juegas espectacular. Las victorias en esos partidos cuentan el doble porque eres capaz de sobreponerte a los problemas y a no encontrarte bien del todo en la pista. Juego a un nivel alto en los días en que no me encuentro del todo cómodo. Eso me caracteriza y me hace sacar buenos resultados de manera constante», analizaba Alcaraz después de derrotar a Struff en una sala de prensa de la Caja Mágica abarrotada.

Juan Carlos Ferrero, su entrenador y campeón hace 20 años en Madrid, apuntaba en esa misma línea. «Vamos todos a una en el equipo y lo que hacemos es tratar de ayudarle en los momentos en los que más lo necesita. En la final no pudo desplegar todo su juego y estar suelto como otros días. Tenía la obligación de ganar por ranking y no ha estado fluido. Pero los jugadores que son muy, muy, muy buenos no necesitan de su mejor tenis para sacar los partidos adelante. Se trata de saber gestionar el sufrimiento», afirmó Ferrero en la Cope. Y ese «muy, muy, muy buenos» remite a raquetas como las de Federer, Djokovic o Nadal. Si a su nivel en los momentos importantes y la capacidad de hacer cosas que no hacen otros se suma la resolución de partidos sin estar al máximo, el cóctel es perfecto.

Resolver partidos sin la necesidad de una colección interminable de golpes geniales es la nueva versión que ha mostrado Alcaraz en lo que va temporada. Y ese aspecto se valora especialmente por su equipo pensando en lo que se avecina en París a partir del 22 de mayo y con partidos a cinco sets. Pero antes de llegar al Bosque de Bolonia está el Masters 1.000 de Roma. Alcaraz comentó a lo largo de la semana pasada que el «plan» era ir al Foro Itálico, pero no lo confirmó hasta después de la final ante Struff.

Carlitos nunca ha jugado en la capital italiana y esta vez estaba poco menos que obligado a acudir. Con su simple presencia se garantiza llegar como número uno del mundo a Roland Garros. En Roma van a estar todos salvo Rafa. La idea es tener unos días de desconexión con los suyos para presentarse en la Ciudad Eterna el jueves y debutar en el torneo el fin de semana. Su grupo de trabajo ha preferido darle una pequeña tregua, aunque eso suponga llegar un poco más apurado a un evento en el que debutará en segunda ronda como hizo en Madrid.

El de Roma no es el único número uno del que puede presumir en breve Alcaraz. El murciano es ya el mejor jugador de la temporada. Lidera la Race, la clasificación anual, con un balance de 29 victorias y dos derrotas que llegaron en la final de Río ante Norrie, condicionado por los problemas físicos, y en la semifinal de Miami ante Sinner. Alcaraz tiene 3.410 puntos y está por delante de Medvedev (3.300), Djokovic (2.565), Tsitsipas (2.230) y Sinner (2.185). Todos ellos competirán en Roma. El objetivo de Carlos va más allá de certificar su condición de número uno el lunes 22 de mayo. Se trata de seguir rodándose para alcanzar en las mejores condiciones posibles el asalto a París. «Estoy en la lista de favoritos para Roland Garros», dijo después de la semifinal en Madrid. Pues eso.