El nuevo acceso de Plaza ahorraría 28,4 millones de kilómetros al año

El enlace de la calle Turiaso con la A-2 está parado mientras 25.700 vehículos sufren atascos a diario. El mayor tráfico genera un incremento «del 60%» de accidentes ‘in itinere’ de los trabajadores

Al compás del crecimiento meteórico de la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza), el buque insignia de la logística aragonesa, están quedando al trasluz serias deficiencias en el acceso al polígono empresarial. A golpe de inversión se está convirtiendo Plaza en un centro neurálgico del empleo en Aragón, pero no hay carretera para tanto trabajador que debe desplazarse a su puesto de trabajo.

Las infraestructuras y los servicios de transporte apenas han mejorado pese a los requerimientos enviados desde el Gobierno central y el compromiso que durante los años han adquirido presidentes autonómicos de diverso signo político de ejecutar ese ya famoso enlace norte entre la A-2 y la calle Turiaso. El proyecto duerme en el cajón mientras los 25.750 vehículos que acuden diariamente a Plaza saben que deben hacer frente a atascos y retenciones en las horas puntas, como las 11.000 entradas que se dan en torno a las nueve de la mañana.

Calculan desde la Asociación Empresarial Plaza (Aepla) que con la ejecución del acceso norte se ahorrarían cada año 28,4 millones de kilómetros «totalmente innecesarios». Esa cifra se traduce en un gasto del 5,3% del salario de un trabajador en concepto de combustible y en una pérdida de tiempo equivalente a 3,4 jornadas laborales. Un problema que, dicen los empresarios, podría solventarse a base de mejorar unas infraestructuras que consideran «abandonadas» y mejores servicios de transporte público.

Accidentes laborales y un proyecto desfasado

La cuestión no es baladí. Trata la cosa de ir al puesto de trabajo y el embudo de Plaza solivianta a partes iguales a empleados y empresarios. De hecho, el problema se cuela ya como una prioridad en las mesas de la negociación colectiva por una cuestión de seguridad laboral tras registrar un incremento «del 60% de los accidentes laborales in itinere», según explican desde Aepla. «Supone un gravísimo perjuicio económico a trabajadores y empresas, así como una importante pérdida de tiempo», asegura el presidente de la entidad, Ángel Adiego.

«Tenemos los mismos sistemas de transporte desde la inauguración de Plaza y eso nos genera problemas muy graves. Los autobuses van siempre congestionados, por lo que incluso no se recoge a los trabajadores… Y todo ello eso se ve agravado con el déficit de infraestructuras, las rotondas», explica Adiego, quien señala que «lo único» que se ha ejecutado en este sentido fue la bifurcación del vial suroeste (el de la Base Aérea) que conecta la A-2 con la entrada del nuevo macrocentro logístico de Amazon.

La conexión con la autovía que reclaman desde hace años los socios de Aepla para evitar el embudo y el rodeo de siete kilómetros costaría unos 12 millones de euros, según la estimación que hizo el antiguo Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, pero advierten de que tal presupuesto podría haberse quedado desfasado. El enlace conectaría la calle Turiaso con la rotonda de la N-2 en Arcosur. El proyecto se lleva reivindicando casi una década.

Problemas de infraestructura

El pico de afluencia diaria se produce entre las nueve y las diez de la mañana, cuando casi se alcanzan las 11.000 entradas al polígono. Por la tarde, sobre las 19.00 horas, el embudo regresa a los accesos de Plaza con unas 9.000 salidas y 6.000 entradas, un volumen similar al que se da sobre las tres de la tarde, el tercer pico de cada jornada.

En 2022 se registraron 12 millones de entradas y salidas de vehículos al polígono empresarial, una cifra que en el comienzo de este año se está incrementando tras el inicio de la actividad de macrocentros de trabajo como el de Amazon. En enero se registraron 854.932 entradas y salidas de vehículos, mientras que en febrero la cifra ascendió hasta 985.519.

Además, se da la circunstancia de que Plaza se ubica junto a Feria de Zaragoza, a la que se suele acceder por la autovía. Las afecciones al tráfico se multiplican exponencialmente cuando se celebran los grandes salones como FIMA (en la última edición supuso un incremento de 25.000 vehículos sobre el flujo normal), Figan (11.000 vehículos más) o la Feria del Mueble (6.000).

En la actualidad, Plaza cuenta con tres accesos diferentes, que permiten una gran conectividad con su entorno. El acceso principal se ubica en la zona sur este de Plaza, conectando la autovía A-2 y la Z-40 con el vial principal de la Plataforma. El segundo enlace está en la zona noroeste, justo en la zona opuesta del vial principal de Plaza, junto al Aeropuerto de Zaragoza. Existe un tercer punto de acceso, en la zona sur de Plaza que conecta la autovía A-2 con la Base Aérea de Zaragoza. Este punto de acceso conecta directamente con el Sistema General Ferroviario.

Más allá de los problemas de infraestructuras, los empresarios reivindican una mejor conexión a través del transporte público. La lanzadera que parte del paseo María Agustín y pasa por Plaza en su camino al aeropuerto tiene un problema de capacidad. En las horas puntas de entrada y salida, de 7.30 a 9.00 horas, y por las tardes, de 17.30 a 19.00 horas, «los autobuses van llenos y dejan gente en la parada», critica el presidente de la Aepla. Añade que los martes, durante el horario de salida entre las tres y las cuatro de la tarde, los buses «vienen completos desde su origen en el aeropuerto».

Esa línea de bus al aeropuerto es gestionada por el Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza (CTAZ), donde confluyen el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza. En los próximos meses se desdoblará la línea con un bus de hidrógeno que conectará la capital aragonesa con el aeropuerto, mientras que la actual irá única y exclusivamente a Plaza.