Don Felipe preside la reunión de las cinco Reales Maestranzas de Caballería
Las calles del centro de Ronda llenaron en la mañana de este miércoles de banderas de España en los portales, balcones, farolas y jardines. Los vecinos se desplazaban hasta el portón de la Real Maestranza de Caballería para «coger sitio en primera fila». Todos querían saludar a Felipe VI y darle la bienvenida.
«Me gustaría verlo, porque nos gusta la Casa Real. Le ha dado vida y nombre a Ronda», decía Teresa Moreno, que minutos después se aferraba a la estatua de Antonio Ordóñez gritando al Rey para recibir un gesto de cariño de Felipe VI. Para ese entonces, los niños ya habían entrado gritando «¡Viva España!» y el marqués de Salvatierra, Rafael Atienza Medina, le había entregado el bastón de mando de esta institución con cuatro siglos y medio de historia.
Una entidad al Servicio de la Corona desde 1573, cuando por orden de Felipe II se fundó la Hermandad de Caballeros del Santo Espíritu, que pasó a ser Maestranza de Caballería en el reinado de Felipe V. Un legado que se mantiene con la Escuela de Caballería, que fue la encargada del espectáculo ecuestre ofrecido a Su Majestad, que se ubicó el en el Palco Real de la plaza de toros, que no se abría desde la corrida goyesca de 1997 para acoger a Juan Carlos I.
Desde allí disfrutó del espectáculo y de la calurosa acogida que le brindaron los 2.500 escolares de la comarca, llegados para la ocasión. Niños que esperaron al saludo real, con banderas de España pintadas por ellos y que corearon con energía y mucha ilusión el nombre del Rey. Igual que los cientos de personas congregadas en las inmediaciones de la plaza toros, monumento nacional que recibe miles de visitas al año. «Siempre es un orgullo que venga el Rey a tu pueblo. Ronda no sería Ronda sin la historia del toreo y la Maestranza», afirmaba David García, que se acercó a ver al Rey con el pequeño de Iker, que este miércoles no tenía guardería.
Eran las 13.40 y, mientras Felipe VI saludaba desde dentro del burladero a los niños, un avión privado procedente de Londres aterrizaba en el Aeropuerto Internacional de Vigo-Peinador. Diez minutos después, mientras los niños de Ronda gritaban «¡Felipe! ¡Felipe!» y «¡Viva al Rey!», Don Juan Carlos bajaba del jet y era recibido por su amigo Pedro Campos. En Ronda, Cristina y Pedro de Borbón-Dos Sicilias, Simoneta Gómez Acebo y Victoria de Hohenlohe acompañaban como maestrantes a Felipe VI.
«Es un hecho histórico», decía Víctor Fernández, sobre esta primera visita del monarca a Ronda, que tuvo una parte privada y otra institucional. En la privada se reunió con la junta de la Real Maestranza de Ronda, al que estaban invitadas las otras cuatro maestranzas de España: Sevilla, Granada, Valencia y Zaragoza. En esa reunión, dentro de las instalaciones de la decana de todas, el Rey habló de renovación, modernidad, ética y servicio a España. Al tratarse de una reunión que congregaba a las cinco reales maestranzas, este acto llevaba planificado en la agenda de la Casa de S.M. el Rey desde hace meses.
«En nuestra España constitucional y democrática habéis sabido ver que la ascendencia y la historia comportan sobre todo también obligación y compromiso», afirmó Felipe VI, que destacó «el enorme valor de cumplir vuestra función social». La Real Maestranza nació con la obligación fundacional de servir a la beneficencia, además de formar a los jinetes en el arte de la caballería para la guerra.
El Rey destacó la excelencia y la voluntad de servicio a España y la Corona de estas instituciones nobles, en la que el linaje es obligatorio para poder ser miembro. Al mismo tiempo animó a seguir dando cumplimiento a «ese espíritu de renovación, que pido y defiendo y que he compartido con vosotros en ocasiones anteriores». «Un espíritu en consonancia con nuestros principios constitucionales, con la búsqueda de la excelencia, el mérito como referente, la incorporación de la mujer y las nuevas formas de servir a nuestra sociedad», añadió el Rey en una institución con más de cuatro siglos de historia que ya tiene dos mujeres en su junta de gobierno.
Felipe VI no perdió la ocasión para destacar a las reales maestranzas como un ejemplo. «La sociedad en que vivimos requiere ser siempre un ejemplo a seguir, en un momento donde son tan necesarios modelos y referencias éticas, con exigencia y como una forma de liderar», ha abundado el Rey, que ha pedido estos compromisos «siendo fieles a la tradición y a la historia, pero también con la legítima ambición de ser vanguardia en el servicio de la sociedad, siempre a servicio de España de una forma ejemplar».
Tras la junta, en la que se escuchó en secreto ese discurso, a puerta cerrada sólo para los maestrantes, el hermano mayor de todas las reales maestranzas de Ronda, con el bastón de mando que le destaca como tal en la mano, recibió al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y al resto de autoridades, como la alcaldesa de Ronda, María de la Paz Fernández. El acto acabó con una visita a los museos de las maestranzas, a los archivos, que es uno de los principales fondos del mundo para el estudio de la nobleza y saludó a los jinetes encargados del espectáculo en el coso.
