Aviso de Trevijano al nuevo Constitucional progresista: «No podemos avalar mutaciones de la Carta Magna que resulten inconstitucionales»

El presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, ha apelado este lunes a la Carta Magna como el marco que crea las condiciones idóneas para las «libres y legítimas aspiraciones» de los ciudadanos. La Constitución, ha dicho, «ampara la multiplicidad de visiones políticas, de ideas y de sensibilidades» en una sociedad moderna, abierta y cambiante. «No podemos arrogarnos un poder constituyente ni avalar mutaciones de la propia esencia de la Constitución que resulten inconstitucionales», ha dicho en lo que ha sonado a una advertencia ante el desafío secenionista.

En su último discurso al frente del Tribunal, que ha pronunciado durante la toma de posesión de los cuatro nuevos magistrados que darán el control del TC a la mayoría progresista, González Trevijano ha reconocido que la Constitución no impone un modelo uniforme de vida política o de convivencia. Ahora bien, ha añadido, «sí hay un límite infraqueable que la jurisdicción constitucional, vigilante mandataria del poder constituyente, ha de prevenir, y que se produce cuando se vulneran los principios democráticos, lo derechos fundamentales y no se satisface el marco de los procedimientos de reforma, pues el respeto a esos procedimientos es, siempre y en todo caso inexcusable».

El presidente saliente ha recordado que ante la Carta Magna «no son oponibles soberanías populares que dicen emanar sin intermediación alguna, del supuesto mandato directo de un colectivo o de una colectividad». «En España solo hay una soberanía, la soberanía nacional, la del pueblo español, expresada solemnemente el 6 de diciembre de 1978 con la aprobación de la Constitución«, ha proclamado Trevijano en presencia de numerosas autoridades del ámbito político, jurídico y académico. Entre los presentes, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños; la presidenta del Congreso, Meritxell Batet; el presidente del Senado, Ander Gil; el presidente del CGPJ, Rafael Mozo; el del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán; el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz; la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz; la ministra de Defensa, Margarita Robles, entre otros.

González-Trevijano es precisamente uno de los miembros que sale del órgano como consecuencia de la renovación del tercio que corresponde a Ejecutivo y CGPJ. En su lugar y en el del también propuesto por el Gobierno de Rajoy Antonio Antonio Narváez, entran ahora el ex ministro Juan Carlos Campo y la ex alto cargo de Moncloa Laura Díez, mientras que los magistrados César Tolosa y María Luisa Segoviano sustituirán a Santiago Martínez-Vares y Juan Antonio Xiol en la parte cuya renovación concierne al Consejo General del Poder Judicial.

Con estas incorporaciones, que implican la salida de tres magistrados se invierte la relación de fuerzas en el TC, que pasará a ser progresista por primera vez en una década. La primera decisión que tendrán que afrontar los nuevos magistrados será la elección de su presidente una batalla que se disputan el ex fiscal general del Estado Cándido Conde-Pumpido y la también progresista María Luisa Balaguer. Ambos forman parte del tercio más antiguo del órgano de garantías, aquel cuya renovación corresponde al Senado y que habrá que afrontar en 2025.

Esta misma tarde, el grupo progresista tiene previsto mantener una reunión que servirá como antesala del Pleno que elegirá al presidente. Conde-Pumpido cuenta con el apoyo de todo el grupo progresista aunque el voto de uno de sus miembros, María Luisa Segoviano, podría inclinar la balanza hacia el ex fiscal general o hacia la otra aspirante.