El servicio de estudios de CEOE avisa del riesgo de que se destruya empleo en 2023 por la mayor presión fiscal sobre las empresas

El Instituto de Estudios Económicos (IEE), el centro de análisis económico vinculado a la CEOE, considera que hay un riesgo cierto de que la economía española destruya empleoen el año 2023 pese al positivo comportamiento que el mercado laboral ha venido mostrando en los dos últimos años a horcajadas de la recuperación económica. Cree también que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023 presentado por el Gobierno no ha hecho otra cosa que aumentar la probabilidad de que ese escenario se produzca al castigar a las empresas, ya lastradas por el incremento de sus gastos financieros por la subida de los tipos de interés y el impacto de la inflación sobre sus costes laborales y sus márgenes, con un nuevo cargamento de impuestos que según sus estimaciones va a disparar la presión fiscal empresarial hasta niveles nunca vistos en España y la van a situar muy por encima de la que soportan sus competidoras en la Unión Europea.

Los datos que baraja el instituto y que este lunes han desgranado el presidente del IEE y vicepresidente de CEOE, Íñigo Fernández de Mesa, y el director general del IEE, Gregorio Izquierdo, atestiguan que tras las subidas de impuestos de todo tipo que el Gobierno ha planeado para 2023 la presión fiscal total en España escalará hasta el 42,5% – «cerrando así la brecha que nos separaba de Europa en plena desaceleración y, por supuesto, con un nivel de renta inferior», ha glosado Fernández de Mesa-, la presión fiscal empresarial se irá hasta un nivel récord del 11%, un punto por encima del 10% de la media de los países de la UE; y la contribución de los impuestos de las empresas a los ingresos tributarios totales del Estado se disparará hasta el 34%, diez puntos por encima de la media de la UE.

El laboratorio de ideas de CEOE no solo cree que esto supone un pesado lastre competitivo para el tejido empresarial español sino que tendrá consecuencias a medio plazo, pero también a corto plazo sobre la economía española. «No se puede pensar que el aumento de la imposición no tiene impactos sobre el crecimiento económico», ha subrayado Fernández de Mesa. «Lo que vemos es que los efectos contractivos de los impuestos son mayores de lo que se esperaban», ha completado Gregorio Izquierdo, apelando a los estudios que el IEE ha hecho sobre el particular.

La orientación de las subidas fiscales previstas por el Gobierno para el año que viene hará que tres de cada cuatro euros de nuevos ingresos que se obtengan por estas medidas se saquen de la caja de las empresas.

Un ejemplo. Un informe elaborado por los técnicos del IEE concluyó hace unas semanas que el gravamen sobre las entidades financieras que el Gobierno está decidido a establecer en 2023 para «que los más favorecidos paguen el coste de la crisis» provocará a medio plazo una pérdida de 5.000 millones de euros para el PIB y una destrucción de 70.000 puestos de trabajo. El ‘think tank’ de CEOE entiende que hay un riesgo elevado de que esa destrucción de empleos suceda ya en 2023 como consecuencia de las subidas de impuestos aprobadas por el Gobierno.

Impuestos y empleo

Su percepción se basa en las matemáticas y en la evidencia económica disponible. En las matemáticas, porque como ha explicado este lunes el instituto si el Gobierno entiende que con un crecimiento del 2,1% el empleo crecería un 0,6%, con un crecimiento significativamente menor – la previsión del IEE es del 1,2% – «es muy probable que en 2023 la creación de empleo no sea positiva». Si a este cuadro se le añade el impacto que el incremento de la presión fiscal puede tener sobre los balances de unas empresas ya castigadas por el incremento de los costes financieros derivada de la subida de los tipos de interés – los analistas anuncian una subida adicional de 0,75 puntos básicos para este jueves -, la subida de los costes laborales experimentada durante los últimos años y un estrechamiento de sus márgenes que ha llevado a que tengan 100.000 millones de euros menos de ganancias que en 2019 la probabilidad de que el empleo no sólo no crezca sino que se destruya se incrementa de forma significativa, según el análisis del instituto.

«Si no hay una moderación de los costes salariales el próximo de año la posibilidad de un comportamiento negativo del empleo aumentará», ha advertido Gregorio Izquierdo. Si se cumple la hoja de ruta marcada por el Gobierno, el próximo año entrarán en vigor no solo los nuevos gravámenes sobre la banca y las energéticas, sino también la restricción a la hora de deducirse las pérdidas de la pandemia en la declaración del Impuesto de Sociedades, el nuevo impuesto sobre los plásticos de un solo uso y la subida de las costes laborales que se desprenderá de la subida de las cotizaciones y el incremento de las bases máximas previstas en los PGE 2023.

«El asunto de las pensiones hay que tomárselo en serio. Subir las bases máximas es pan para hoy y hambre para mañana, porque traerá más costes a futuro, y desde luego lo que no tiene sentido es cargar con más costes el trabajo (en relación a la subida de cotizaciones) cuando tenemos el nivel de paro más alto de Europa», ha remachado el presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa.