Iñigo se atreve a más que Luis Enrique

El mal día de España en Praga, indiscutible, tuvo dos formas bien diferentes de reconocerlo y afrontarlo ante los medios. Huidizo Luis Enrique, con reproches a medio gas, y contundente en la autocrítica Iñigo Martínez, demoledor: «No hemos estado a la altura».

Y eso que la pregunta iba con flores, por su gol salvador de última hora que disfrazó de empate una derrota. Pero Iñigo Martínez despejó las lisonjas: «Cuando no ganas, uno se va jodido a pesar de haber marcado un gol. Hoy no hemos estado a la altura del partido. A la mínima que robaban el balón, nos hacían daño con balones a la espalda».

E insistió: «Cuando hay que hacer autocrítica, hay que hacerla. No hemos estado bien…

muchos balones que hemos perdido, blandos… Hemos tratado de corregir en la segunda parte, pero debíamos haber dado más. Hemos entrado mal al partido y ha habido pérdidas muy tontas. Debimos haberlo hecho mejor».

Luis Enrique, en cambio, habló más de dificultad que de defectos: «El partido lo he visto complicado desde la primera jugada. No nos hemos sentido cómodos. Hemos estado poco fluidos, con complicaciones desde el minuto uno».

Sí admitió «desajustes» en la presión que facilitó la muerte del equipo con balones a la espalda. Pero pidió revisar el partido por video antes de emitir juicios gruesos. «No solo hay que hacer vigilancias, sino también bascular. Pero no recuerdo un equipo que nos haya defendido de una manera tan agresiva y tan bien«.

Y pese a lo sucedido, el técnico aseguró que no tiene dudas con sus jugadores, al tiempo que aseguró que los defectos, de existir, no se concentran en los defensas, sino en todos, del delantero centro al portero. Lo bueno es que República Checa no se escapa, que sí habría sido determinante». Y sobre la ausencia de soluciones ofensivas, afirmó: «Cómo vamos a disparar, si no hemos llegado. No hemos tenido oportunidad de disparar ni desde fuera«.

También tuvo el seleccionador tiempo para dejar elogios. A Marco Asensio, «ha entrado muy bien», y a Gavi; «No me sorprende porque lo conozco; si hoy había un jugador convencido era él». Y para defender su revolución en el once, con ocho cambios con respecto a Portugal, incluso refiriéndose a sí mismo en tercera persona: «Luis Enrique hace eso desde que es seleccionador; y podría haber cambiado los once».