El IPC vuelve a subir en mayo, hasta el 8,7%, por el encarecimiento de los carburantes y los alimentos

Tras el leve respiro de abril, los precios volvieron a subir en mayo en un escenario en el que la inflación deja de ser un episodio pasajero para convertirse en estructural. El Índice de Precios de Consumo (IPC) repuntó cuatro décimas en el quinto mes del año, hasta el 8,7%, por el encarecimiento de los carburantes y de los alimentos, según los datos avanzados publicados este lunes por el INE.

Estadística destaca también, aunque en sentido contrario, la disminución de los precios de la electricidad, frente al alza registrada el año pasado.

La inflación se incrementó de nuevo en este mes de mayo después de que en abril bajara 1,5 puntos de golpe, hasta situarse en el 8,3%, y dos meses después de casi alcanzar los dos dígitos en abril, cuando se situó en el 9,8%.

El dato de mayo, que deberá ser confirmado por Estadística a mediados del mes que viene, está 1,1 puntos por debajo del pico de marzo,su cuando el IPC llegó a alcanzar el 9,8%, su tasa más alta en casi 37 años.

La respuesta del Gobierno no se hizo esperar tras conocer el dato del IPC adelantado de mayo. Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos remarcaron que mantienen la previsión de que la inflación irá desacelerándose de forma progresiva durante la segunda parte del año, «sin descartar oscilaciones durante los meses de verano» vinculadas a posibles efectos base y teniendo en cuenta la alta incertidumbre del contexto económico global.

El Gobierno defendió así que las medidas del plan de choque frente a la guerra «claramente están limitando el alza de los precios». Asimismo, desde Economía aseguraron que la próxima entrada en vigor de la limitación de los precios de la electricidad en el mercado mayorista proporcionará «un seguro adicional» ante futuros incrementos del precio de la energía en los mercados internacionales.

Por su parte, el presidente de la asociación de autónomos ATA, Lorenzo Amor, incidió en el hecho de que los trabajadores por cuenta propia son ahora «más pobres que hace un año». «Los precios energéticos y de los combustibles son más caros, las materias primas, más elevadas y los costes de producción están por las nubes», señaló Amor en Twitter. El portavoz de ATA también criticó que mientras las Administraciones recaudan más y más, «los ciudadanos cada vez son más pobres y cuentan con menor poder adquisitivo».

Inflación subyacente

Lo que no se puede obviar es que los precios disparados se enquistan en la economía española y la idea de que la inflación es un fenómeno pasajero se diluye como un azucarillo. La subida de la energía se alarga en el tiempo y se filtra ya a otras partidas de consumo cotidiano. Prueba de ello es que la tasa anual de la inflación subyacente -índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos- se disparó cinco décimas, hasta el 4,9%. Esta cifra fue la más alta desde octubre de 1995.

La CEOE ya mostró hace 15 días su inquietud por el dato de la inflación subyacente de abril: «Preocupa la evolución ascendente que viene registrando este componente», según indicó la patronal en un comunicado. Cabe recordar que la cesta de la compra de básicos se disparó para las familias en abril y los precios de los alimentos y las bebidas registraron un alza de dos dígitos por la subida de los precios del aceite, las pastas, la harina o los huevos, entre otros.

A la subida imparable de los precios de la cesta de la compra se los riesgos de encarecimiento de las materias primas, el recrudecimiento de los cuellos de botella a nivel internacional, así como el corte de grifo del gas ruso a Polonia, Bulgaria y Finlandia «Aunque las medidas del Gobierno han tenido un efecto positivo frenando los incrementos de la inflación, si siguen las tensiones internacional, es muy probable que tengamos un verano convulso e inflacionario», avisa Jose María Corrales profesor de Economía y Empresa de la Universidad Europea.

«El Gobierno de España ha reconocido el deterioro evidente de las expectativas y ha empeorado notablemente las previsiones económicas para 2022-2025», añade Corrales.

En tasa mensual, el IPC registró un repunte del 0,8% respecto a abril, en contraste con el recorte del 0,2% que marcó el mes anterior. En el quinto mes de 2022, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 8,5%, dos décimas más que en abril. Por su parte, el indicador adelantado del IPCA aumentó un 0,7% en tasa mensual.

El INE dará a conocer los datos definitivos del IPC de mayo el próximo 10 de junio.