Ayuso ha salvado por la mínima su ley fiscal y evita el primer fracaso de la legislatura en uno de sus proyectos estrella. Vox no ha cumplido finalmente su amenaza de tumbar en la Asamblea de Madrid la Ley de armonización fiscal, al retirar en el último momento su enmienda a la totalidad. La incertidumbre se ha mantenido durante todo el día y antes de la votación la formación de Abascal ha dado un paso atrás para evitar la confrontación total con los populares y ha anunciado la retirada de su enmienda a la totalidad.
La formación de Abascal no ha querido asumir las consecuencias de tumbar un proyecto de Ayuso con el apoyo de toda la oposición de izquierdas (Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos), que había manifestado su intención de apoyar el veto de Vox.
Vox mantuvo una actitud desafiante contra el Partido Popular y muy crítica con el presidente Alberto Núñez Feijóo y su propuesta fiscal, dudando de que sea capaz de cumplir su promesa de bajar los impuestos. El portavoz José Luis Ruiz Bartolomé jugó a la ambigüedad en su primera intervención para defender su enmienda a la totalidad, que se debatió junto a los vetos presentados por Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos.
La formación de Abascal trató de mantener la tensión y la incertidumbre sobre su sentido del voto, en un intento de provocar la impaciencia de los populares sobre una situación que suponía el primer gran fracaso en la legislatura, y obligarles a tener un gesto que le hiciera cambiar de posición. En esta actitud condescenciente, el parlamentario de Vox llegó a pedir al portavoz popular Pedro Muñoz Abrines que «tenga usted una intervención atinada, amable y, a lo mejor, no se rindan que, hasta el rabo, todo es toro». Antes se mostró dispuestos a «dar una oportunidad» y a que se incluya en el texto una «cláusula antiFeijóo», aunque «nos lo ponen muy difícil».
«Engañar»
El parlamentario de Vox ha llegado a acusar a los populares de «engañar» a los madrileños sobre la verdadera finalidad de la Ley de defensa de la autonomía financiera, señalando que el blindaje fiscal de Madrid «es el mantra que repiten, una y otra vez. Mucho me temo que están faltando a la verdad, cuando estamos fuera del foco, de las cámaras, reconocen que esta ley no sirve para gran cosa».
Antes de la votación, que ha tenido lugar al filo de las diez de la noche, Vox ya advirtió al PP de que «nos revienta votar con la izquierda, aunque sea por casualidad».
El consejero de Economía, Javier Fernández-Lasquetty, defendió el texto del gobierno regional afirmando que «existe una amenaza real de armonización fiscal que pretende imponer una brutal subida de impuestos a los madrileños», por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Y ante esta amenaza «nos defendemos», ya que subraya que los madrileños han amparado la rebaja de impuestos.
El consejero de Ayuso aportó algunos datos para argumentar la necesidad de esta ley, como son los 60.770 millones de euros que los madrileños se han ahorrado en los últimos 18 años con estas bajadas de impuestos, que representan una media de 17.620 euros por cada ciudadano.
Fracaso del «socialismo fiscal»
Fernández-Lasquetty afirmó que «el socialismo fiscal es un fracaso» y que la armonización fiscal que pretende Pedro Sánchez es «un eufemismo con la que se quiere ocultar la obsesión de los socialistas por castigar a la Comunidad de Madrid imponiendo una subida forzosa de impuestos».
La segunda cuestión de importancia que se debatía hoy en la Asamblea de Madrid, clave para el Gobierno de Ayuso, era la segunda reforma de la ley de Telemadrid. El objetivo era rebajar de nueve a cinco el número de miembros del consejo de administración, así como las mayorías para su elección, pasando de dos tercios a simple en segunda votación. Vox, a pesar de sus críticas, se abstuvo para permitir que estas modificaciones, tramitadas por el procedimiento de urgencia, puedan realizarse. El conjunto de la izquierda votó en contra.
Finalmente, la mayoría de la Asamblea, que representan los 65 diputados de Vox y los 13 de Vox (la portavoz Rocío Monasterio no pudo votar al ausentarse del pleno por una indisposición) ha aprobado la toma en consideración de la proposición de ley para disminuir el número de diputados de 136 a 91. Aunque se podrá tramitar, no superará la votación final porque se necesita una mayoría de dos tercios para aprobar una modificación del estatuto de autonomía.
