El discurso autonomista de Feijóo remueve las bases del PP catalán

«Nos quedamos en estado de shock». Así describe a ABC un alto cargo del PP catalán las palabras del presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, la pasada semana en las jornadas anuales del Círculo de Economía. Aplaudido por los presentes como hacía tiempo que ningún otro político lo había logrado en el mismo foro, una selección de lo más granado de la empresa catalana, la intervención del político gallego condensó con precisión el ideario de la institución: apertura en lo económico, moderación en las formas y una fórmula en clave territorial de respeto al autonomismo.

Las palabras de Feijóo se enmarcaron de manera estricta al marco constitucional, tanto como su apelación a la «nacionalidad catalana», una terminología no obstante que en el momento actual, pese a que Cataluña vive en los estertores del ‘procés’, o ya definitivamente en el ‘pos procés’, genera susceptibilidades, también en el seno del PP catalán, donde algunos dirigentes, pese a asumir en general el discurso autonomista de Feijóo consideran que algunos de los términos usados no fueron oportunos en tanto que les genera problemas en su estrategia política.

«Este discurso seguro que funciona en Galicia, donde el PP abarca todo el centro derecha y todas las sensibilidades nacionales, quizás también funcione en el País Vasco, donde hay una fuga evidente de voto popular al PNV, pero en Cataluña nos desmonta la estrategia», resume el mismo dirigente, que valorando la nueva ilusión que entre las muy desmoralizadas filas del PP catalán genera el liderazgo de Feijóo, reconoce el desconcierto que generó su intervención en el Círculo.

Parte de los populares en Cataluña asumen que llevar el partido al terreno que se pisaba hace dos décadas es una equivocación. En sendas entrevistas en ABC, el entonces líder del partido en la comunidad Josep Piqué reivindicaba el legado del «catalanismo histórico» (septiembre 2003) y equiparaba la posición del PP catalán en este campo con la de Pasqual Maragall y Josep Antoni Duran i Lleida (noviembre 2003). Eran, claro, otros tiempos, prehistoria política, un momento que la aceleración que vino después (tripartito, Estatuto, ‘procés’…) hizo saltar por los aires. «Aunque ahora no estamos en 2017, esto sigue siendo una trinchera, y el fuego nos llega desde todos los lados», asume otro dirigente del partido en alusión a las críticas que las palabras de Feijóo llegaron desde Vox y Valents.

Fuentes de la dirección del PP catalán, sin embargo, matizan el malestar y lo limitan a un pequeño incendio apagado a tiempo. «El discurso fue liberal, en lo económico; y constitucional, en lo político. Lo hemos recibido muy bien», apuntan. Pero sí reconocen que la intervención de Feijóo no «sonó» igual en el hotel donde lo pronunció que lo que los medios transmitieron: «Ha habido cierta confusión. Se recibieron, incluso, algunas llamadas de militantes pidiendo explicaciones, por ejemplo, por lo del término ‘nacionalidad’ para Cataluña. Pero a los que preguntaron se les facilitó la transcripción de lo que Feijóo dijo. Y se acabó el problema».

Un pequeño incendio político que se resolvió, pero que, en cualquier caso, pone de manifiesto la dificultad de articular un discurso en Cataluña que quiera compaginar catalanismo clásico y constitucionalismo actual. «Es un campo de minas», señalan las mismas fuentes de la dirección del PP catalán, para referirse a la política en esta comunidad. Un laberinto al que Génova deberá enfrentarse, sí o sí, a la hora de plantear una alternativa para llegar a La Moncloa.

En la Constitución

Las palabras de Feijóo en Barcelona también causaron desconcierto en una parte del partido más allá de Cataluña. Hablar de ‘nacionalidad’ catalana hace daño a los oídos de un sector amplio del PP, por mucho que el líder del partido apelara después al artículo 2 de la Constitución para defender esa expresión. «Chirría en una parte de España. Si nos apuntamos a ese discurso estamos dejando un espacio libre a Vox, y lo aprovechará en las elecciones andaluzas para empezar», advierten fuentes populares.

En una reunión reciente de Génova con dirigentes territoriales del partido, en la sede nacional del PP, un cargo regional expresó su inquietud por un debate sobre una posición, basada en exportar el ‘modelo gallego’ de lo que Feijóo llama ‘bilingüismo cordial’ y ‘nacionalidades’, que puede volverse en contra del PP, La respuesta que recibió desde la cúpula del partido sorprendió a más de uno, según fuentes populares: las comunidades que no tengan lengua cooficial no deben entrar en el debate para esquivar así una polémica estéril en sus territorios.

La realidad es que el debate inquieta en buena parte del PP, y de manera extraoficial sí está abierto y se comenta en conversaciones privadas de los populares, que echan en falta que desde la nueva dirección del partido se marque una línea clara para toda la organización política, en todos los rincones de España, y así puedan defender el mismo discurso. En ese sentido, en el PP muchos ven necesario convocar una convención política para poner al día algunas cuestiones clave para este partido, ya que en el último congreso se eligió a Feijóo pero sin entrar en ningún debate ideológico.