Dimite el portavoz socialista en las Cortes Valencianas para centrarse en la defensa del cabecilla de la última trama de corrupción

Manolo Mata dejará la portavocía y su escaño en las Cortes la próxima semana ante las presiones dentro del propio partido y de sus socios del Botànic para que eligiera entre su labor política y la de penalista

Manolo Mata, en el jardín de las Cortes Valencianas.
Manolo Mata, en el jardín de las Cortes Valencianas.E.M.

El portavoz del PSOE en las Cortes Valencianas, Manolo Mata, dejará su labor y su escaño la próxima semana para centrarse en la defensa del cabeza de la última trama de corrupción urbanística destapada en Valencia, el caso Azud. Mata, reconocido penalista e histórico miembro del PSPV, comunicó en la tarde ayer al presidente Ximo Puig su renuncia, que oficializará tras el pleno del próximo jueves, y hoy la ha hecho pública en el acto institucional con motivo del 25 de abril, Día de las Cortes Valencianas.

«Hace unos meses decidí defender a un señor en un procedimiento y ya advertí que, cuando se levantara el secreto de sumario, tomaría una decisión. Si veía que era muy complicado compatibilizarlo con el escaño, pues decidiría. Y esa decisión la tomé el martes, cuando se levantó el secreto. Sabía que tenía que optar entre la defensa o el escaño y el viernes se lo conté al presidente Puig, que hubiera preferido que me dejara lo otro. Pero es mi trabajo y me gusta», confirmó Mata, que renunciará el viernes «para poder votar en el pleno del jueves y dar tiempo a que se incorpore otro compañero».

La decisión la toma por carga de trabajo y para no perjudicar al partido. «Necesita mucho tiempo, es una cuestión en primera línea política sobre la que se habla mucho y haber optado por decir ‘no hago declaraciones sobre este tema’ a quien perjudica es a mi partido. Hubiera sido un pato cojo como portavoz», advirtió.

El abogado se aparta así de la primera línea de la política activa tras siete años como diputado y síndic, hombre clave en la negociación del segundo Pacto del Botànic. Sin embargo, por el momento seguirá manteniendo el cargo de vicesecretario en la Ejecutiva del PSPV, para el que fue designado por Puig en el último congreso celebrado en noviembre. «Ser abogado y socialista es compatible, y lo seré hasta que me muera», aseguró mientras recordaba cómo «en los albores de la democracia era habitual que abogados como Juan Mari Bandrés o Cristina Almeida llevaran pleitos chulos, pero ahora no se concibe. Por eso a la gente que no tiene trabajos seguros no entra en política».

Mata aceptó el pasado mes de mayo la defensa de Jaime Febrer, el empresario que la investigación coloca al frente de la red de comisiones por amaños urbanísticos que, desde 2004 a 2011, regó a políticos de distinto signo en la Comunidad Valenciana, especialmente al ex vicealcalde Valencia, el popular Alfonso Grau, y al ex subdelegado del Gobierno, el socialista Rafael Rubio. «Fue por razones accidentales. No lo conocía, pero sí a su abogado y me lo pidió. Le dije que cuando se abriera el sumario, decidiría», insistió.

Con la apertura del sumario, esta decisión se tenía que acelerar a la luz del malestar que había surgido en algunos sectores de las filas socialistas y también entre sus socios, Compromís y Podemos. Si bien Ximo Puig intentó ponerse de perfil, dado que Mata renunció a la exclusividad en las Cortes para seguir ejerciendo la abogacía, en su entorno llevan días haciéndole reflexionar sobre la imposibilidad de separar su perfil como portavoz del PSOE, con cargos implicados en la trama, y la de defensor del presunto corruptor.

Esta sensación es la misma que compartían Mónica Oltra y Pilar Lima, la portavoz de Podemos, aunque las críticas vinieron del Partido Popular, cuyo líder, Carlos Mazón, consideró necesario que Puig se pronunciara sobre si esta labor de Mata era «compatible, decente y digna».

La dimisión de Mata obligará a los socialistas a designar a un nuevo síndic. La coportavocía la ejerce en esta legislatura Carmen Martínez, aunque en las últimas semanas quien ha expresado la versión del partido sobre el caso Azud ha sido el secretario de Organización, José Muñoz. El escaño de Mata podría ser ocupado por Chelo Angulo, actual directora general de Cooperación Internacional al Desarrollo en la Conselleria de Transparencia.

El hasta ahora síndic admitió que ya quiso dejar el cargo en 2019. «Nunca había estado tanto tiempo en un cargo, y este es de super presión. Es lo más duro que he visto en mi vida. No quería continuar, pero las circunstancias llevaron a eso. Ha sido la época más feliz de mi vida, un recorrido con Puig que en el 2019 me dijo comenzamos juntos y acabaríamos juntos, pero me quedo a mitad de camino. Y, personalmente, es una liberación», destacó Mata.