Un deseo… una esperanza… una ilusión…

Un deseo… una esperanza… una ilusión…
mueve los corazones,
de aquéllos que, cada año,
quieren hallar
la felicidad y la dicha,
que, tantas veces,
no encontramos,
sumidos en la oscuridad.

Este año que comienza
nos brinda otra oportunidad…

¿Alcanzaremos, esta vez, la meta?
¿Los deseos se harán realidad?

Salimos a las calles
por Navidad iluminadas,
y sentimos los corazones
henchidos, trepidantes,
acelerados por la ansiedad.

Los jóvenes beben y gritan,
quieren hacer brotar
en sus risas y sus fiestas,
llenos de vitalidad,
esa luz que, aún, añoran
y no pueden encontrar.

Otros viven tras los recuerdos
y en ellos, quieren reavivar
sentimientos, hoy, perdidos,
que, un día, les hicieron vibrar.

¡Son los tiempos tan distintos!…
¡Ya nada parece igual!

¿Dónde perdimos el rumbo?
¿Por qué, llenos de luces,
hay tanta oscuridad?

¿Donde está la familia?
¿El dulce calor del hogar?

A unos, les sobra de todo
otros, llenos de cosas,
no tienen ni de qué hablar.

Hay quien, por carecer, no halla
con qué y con quién celebrar…
Perdieron a su familia,
o ¡que lejos está su hogar!

Este año que comienza
tenemos la oportunidad
de encontrar la Luz que ansiamos.
¡Está, aún, en el Portal!

Él es, lo que nos falta,
su Amor guarda la lumbre
que disipa las tinieblas
y hace el corazón brillar.

 Felicitación de año Nuevo                2010                                    Miguel Ángel