«Estoy triste y hundido»: Rafa Nadal sufre una fisura por estrés y estará seis semanas de baja

Rafa Nadal ya sabe cuál es el alcance exacto de su lesión: sufre una fisura de estrés del tercer arco costal izquierdo que se produjo el pasado sábado en el partido de semifinales de Indian Wells contra su compatriota Carlos Alcaraz y permanecerá de baja entre cuatro y seis semanas. «Estoy triste y hundido«, declaró Nadal al conocer el diagnóstico de su lesión realizada este martes en Barcelona por el doctor Ángel Ruiz-Cotorro. Un duro golpe antes de la temporada de tierra batida.

El español se quedó a las puertas del título en Indian Wells, en una final en la que el español cayó derrotado ante Taylor Fritz [6-3 y 7-6(5)], en la que jugó claramente mermado por un problema físico que le trae de cabeza. El nuevo número tres del mundo no sabe cómo ha pasado, pero lo cierto es que se ha encontrado con un extraño dolor en el pecho que le limita al pegar la bola y correr por la pista. El resultado: una inesperada fisura en una costilla.

Como el gran campeón que es, Nadal no solo no se rindió en ningún momento del partido, sino que incluso tuvo opciones para forzar el tercer set y alargar el partido. Y, es más, lo primero que hizo nada más acabar el encuentro fue alabar el gran encuentro de su rival, sin buscar excusas ni regodearse en el dolor para justificar la derrota. Como un señor, aceptó el resultado del encuentro y asumió que, limitado como estaba, poco más pudo hacer en pista.

Foto: Nadal, durante la disputada final. (EFE/EPA/John G. Mabanglo)

Sin embargo, sí mostró cierta preocupación por la extraña sensación que tenía. A lo largo de su carrera, Nadal ha sufrido lesiones de todo tipo y ha sabido sobreponerse a ellas de la mejor manera posible. Su lesión crónica en el escafoides izquierdo, sus problemas en las rodillas, dolencias de espalda o de muñecas… Casi cada parte de su cuerpo ha probado el dolor provocado por el desgaste de competir al más alto nivel. Pero, ahora, las malas sensaciones son distintas.

«No sé lo que me pasa. No sé si es algo en las costillas, no lo sé aún. Cuando respiro y cuando me muevo, es como si tuviera una aguja dentro todo el tiempo. Me hace sentirme un poco mareado porque es doloroso. Es un tipo de dolor que me limita mucho. No es solo por el dolor: no me siento muy bien porque me afecta a mi respiración. Todo lo que puedo decir es que respirar es difícil para mí. Cuando intento respirar es doloroso y muy incómodo», explicaba. Una fisura era la respuesta.

De hecho, durante el partido se podía ver cómo Nadal, entre punto y punto, juntaba sus brazos al cuerpo para limitar el dolor. Y, en la ceremonia de entrega de premios, los gestos del español eran de claro malestar. No podía ni tan siquiera mantenerse recto y sus manos iban continuamente al pecho, donde notaba una aguda molestia de manera continua. Un problema que ahora tendrá que solucionar antes de comenzar la más que esperada gira de tierra batida.

Lo cierto es que Nadal jugó limitado la final, un problema que le impedía sacar con normalidad, golpear con potencia desde el fondo de la pista e, incluso, era doloroso cuando tenía que correr por la pista. Y, a pesar de todo ello, unos dolores con los que posiblemente otro tenista ni tan siquiera hubiera jugado el partido, no le perdió la cara al encuentro e, incluso, estuvo al borde de forzar el tercer set. Nadal es un guerrero que va más allá del dolor y que ya piensa solo en recuperarse.

«Más que triste por la derrota, algo que acepté de inmediato, incluso antes de acabar la final, estoy sufriendo más por este tema. Lo hice lo mejor que pude, aunque no fue mi día. Son cosas que pasan, tengo experiencia en todas estas situaciones, aunque en el momento es complicado jugar en finales así. Lo intenté hasta el final, incluso tuve mis oportunidades en el segundo set, pero no las convertí. Es un partido difícil de analizar personalmente, no fui capaz de hacer muchas cosas«, explicó.

A pesar del dolor, Nadal volvió a completar un torneo brillante en Indian Wells, donde alargó su racha de partidos invicto hasta los 20 partidos seguidos sin perder. Ahora, tras una nueva dura batalla, el español deberá de descansar para reponerse de sus problemas en el pecho y poder llegar a la tierra batida en la mejor de las condiciones posibles. Nadal es un luchador y no se dio por vencido ni ante los problemas físicos: dio una nueva lección superando todas las adversidades.