El ala de Podemos en el Gobierno, a degüello con el PP en la última sesión de control de Casado

No auguraba nada bueno que el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, no le concediera al todavía presidente del PP, Pablo Casado, el despedirse del Congreso sin recibir una lluvia de reproches. Y los dos miembros del Ejecutivo del ala de Podemos que intervinieron este miércoles en la sesión de control tomaron los disparos del socialista como vía libre para cargar con todo contra el PP, cuando se encuentra en las horas más bajas de su historia.

Primero fue la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quién aseguró que política es lo que hace su ministerio y «no lo que estamos viendo estos días en su partido, en el Partido Popular«. Además, hurgó en la herida al señalar que los populares «como les vengo diciendo, no están capacitados para gobernar porque no dedican ni un minuto al día de su tiempo a preocuparse por los problemas de la ciudadanía».

Díaz lanzó este ataque contra el diputado popular Diego Movellán en un duelo con especial significado porque este parlamentario intervenía en el pleno en sustitución del exsecretario general de los populares Teodoro García Egea. El cambio de orador se conoció ayer en torno al mediodía, unas horas antes de que el político murciano presentara su dimisión.

Las palabras de Díaz llevaron a la portavoz económica popular, Elvira Rodríguez, a quejarse y señalar que no era día para este tipo de intervenciones. «Estos días no están siendo buenos para nuestro partido», recordó. «Pero estamos aquí como oposición responsable nosotros y nuestro grupo y no hay derecho a que hayamos escuchado las palabras que nos ha dicho su compañera la vicepresidenta», afeó durante su intervención frente a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Rodríguez recibió un fuerte aplauso por parte de su bancada, que se unía así a la protesta por las palabras de Yolanda Díaz. Montero reaccionó a la queja de Rodríguez afeándole que no hiciera referencia a las palabras de «respeto» lanzadas previamente por Sánchez hacia Casado y que dijo suscribir, si bien éste había acompañado sus buenos deseos para Casado de serias críticas a su manera de hacer oposición.

Horas más tarde, a través de su cuenta de Twitter, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha intentado enmendar estas críticas en un mensaje: «Durante años he debatido y discrepado mucho con Pablo Casado. Y, aunque su exposición pública no lo sugiera, él siempre ha sido amable en el trato personal (y no es algo tan común). Le deseo lo mejor en lo que decida hacer. Sin humanidad y empatía la política no es deseable».

«Son un peligro para la democracia»

A partir de aquí, la titular de Hacienda quiso trasladar en nombre del Gobierno y del PSOE su «respeto» por las cuestiones orgánicas que afectan a los populares y desear a este partido «toda clase de éxitos». Pero la petición de Rodríguez no tuvo en efecto en el ala de Podemos en el Gobierno y cuando le llegó el turno de intervención a la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de los morados, Ione Belarra, volvió a la carga con más fuerza aún.

«En un día como hoy creo que deberían tener un poco más de respeto hacia la ciudadanía, hacia la gente que nos está viendo desde fuera de este Congreso porque creo que es demasiado evidente que ustedes lo que están haciendo es utilizar a las víctimas como arma arrojadiza para que no se hable de su corrupción y de sus miserias«, replicó a la diputada popular Macarena Montesinos después de que ésta la preguntara qué va a hacer el Gobierno para proteger a las menores tuteladas que han sufrido abusos en la Comunidad Valenciana.

A partir de aquí, acusó a los populares de «normalizar» y «asumir la corrupción como ha hecho la señora Ayuso» porque «forma parte de su ADN». Belarra continuó asegurando que la presidenta madrileña reconoció «que su hermano cobró mordidas por un contrato con la Comunidad de Madrid» por lo que emplazó a los populares a mantenerse «fuera del Gobierno porque son un peligro para la democracia».

Vox se jacta

En cuanto a la reacción de otros partidos, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha querido iniciar su pregunta a Sánchez deseando «lo mejor en lo personal a Pablo Casado» así como «mucho acierto a la próxima dirección del Partido Popular, que es un partido muy importante para nuestro país».

Vox, en cambio, no ha querido enviar ningún mensaje a Casado dentro del Pleno. Solo Gil Lázaro se ha referido a la crisis popular durante su cara a cara con Bolaños al señalar que su grupo «somos conscientes de nuestra responsabilidad en este momento y de nuestro especial deber con España» porque «ya es más obvio que nunca que ya solo queda firme, fuerte y en pie Vox». Los diputados de este partido, incluyendo al portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, estallaron en un aplauso.