La nueva ley de Cooperación establece por primera vez el Sahel como región prioritaria para España

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha presentado este martes el anteproyecto de la nueva ley de Cooperación Internacional, un texto que busca reformar la ley de la cooperación española, vigente desde el año 1998.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde se ha aprobado esta propuesta, el ministro ha destacado que se trata de «una ley innovadora», que «sitúa a España a la vanguardia de los países en la lucha contra desigualdad» en países del tercer mundo. «Para garantizar el bienestar de los españoles hay que garantizar también el bienestar en el exterior», ha explicado Albares, al tiempo que ha recordado que España tiene «comprometidas» 50 millones de dosis de vacunas, destinadas a países de América Latina y África.

La nueva ley incluye el mandato de alcanzar el 0,7% de la renta nacional bruta en 2030 y en adelante, y renueva las prioridades y los objetivos, con la elaboración de un nuevo Plan Director 2022-2025.

Este proyecto ha sido elaborado teniendo en cuenta las aportaciones tanto de la subcomisión como de la comunidad de cooperación. Establece como «objetivos transversales que al menos el 85% de las acciones de la cooperación española deberán contribuir a la reducción de la pobreza y la desigualdad, al menos el 30% a enfrentar el cambio climático y otros objetivos medioambientales, y al menos el 85% a promover la igualdad de género».

El Sahel como zona prioritaria

Estos objetivos temáticos estarán acompañados de áreas geográficas prioritarias, entre las que por primera ve se incluye la zona del Sahel. Así, en el artículo 5 del texto, dirigido a «prioridades geográficas y temáticas», la ley establece que la política española de cooperación para el desarrollo sostenible «planificará y organizará su actuación en el marco de los objetivos y metas globales de desarrollo sostenible». Dentro de ellas, «como reflejo de la diversidad de situaciones sobre las que opera, podrá establecer prioridades geográficas, orientadas a las regiones y países que serán objeto preferente de la cooperación española».

Como establece el anteproyecto, «se otorgará atención preferente a las áreas que integran la vecindad geográfica y cultural en el norte de África, Oriente Próximo y África subsahariana, en particular a los países de África Occidental y Sahel, y de habla española y portuguesa, así como a los países de América Latina y el Caribe y en el marco iberoamericano». Para ello, España construirá «alianzas con los países con mayores desigualdades», y con los países de asociación y de cooperación con mayor grado de intereses y valores compartidos en el ámbito del desarrollo sostenible.

En el marco de esta norma, también está prevista la aprobación de un nuevo estatuto del cooperante, que refuerce sus actividades y asegure la capacidad de «atracción, retención, capacitación, especialización y promoción de los recursos humanos».