Rajoy confiesa su sorpresa por el bajo nivel de los diputados en la comisión Kitchen del Congreso

«Mariano Rajoy está como una balsa de aceite, más tranquilo que tú». Así afrontó el expresidente del Gobierno su ‘examen’ en la comisión Kitchen del Congreso de los Diputados. O más bien habría que decir ‘intento de encerrona’, que al final se convirtió en un paseo para el político gallego, con tiempo incluso para hablar de su último libro ante unos diputados que no consiguieron ponerle en aprietos ni una sola vez.

Rajoy estuvo a sus anchas. Como él mismo confesó, habría sido más agradable estar tomando un aperitivo que someterse al interrogatorio de unos portavoces deseosos de atacar la yugular del expresidente del PP. Pero, como subrayaron fuentes de su entorno después, salió ‘triunfante’ y visiblemente satisfecho.

Eso sí, cuanto terminó la sesión no pudo evitar confesar a los suyos su sorpresa por el bajo nivel que había visto en los diputados de la comisión de investigación.

Algo que pudo apreciar, sobre todo, en el interrogatorio del portavoz de ERC, Gabriel Rufián.

El PP envió una delegación no demasiado amplia de diputados para arropar al expresidente. Según recordó Rufián, en eso le ganó Aznar en otras comparecencias parlamentarias. Génova envió a dos vicesecretarios, Ana Pastor y Jaime de Olano, ambos muy próximos al político gallego, para acompañarle durante su comparecencia. También estuvieron con él la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, el secretario general del Grupo, Guillermo Mariscal, el senador y exasesor de Rajoy Sergio Ramos, y diputados veteranos como José Antonio Bermúdez de Castro y Gabriel Elorriaga.

«Ha ganado a todos por goleada», fue la sentencia unánime de los populares al término de la comisión. En Génova, además, celebraron que ese órgano parlamentario, supuestamente de investigación, haya acabado con las comparecencias, y su balance, pese a todo, no es negativo, porque en realidad poco o ningún daño adicional ha hecho a los populares. Faltan las conclusiones, pero según lo ven los populares están cantadas de antemano y totalmente amortizadas: «No tienen credibilidad».

«La gente en la calle no habla de esto», aseguran en el PP, donde están convencidos de que el ‘circo’ de esta comisión de investigación ha sido una especie de ‘juicio paralelo’ a la cauda judicial.