La crecida del Ebro: todo listo para evacuar Pradilla, Boquiñeni y varias casas de Novillas

La delgada del Gobierno de Aragón, Rosa Serrano, ha explicado durante su visita a Novillas que la altura del río en Tudela (punto de referencia tras el desbordamiento Del Río en Castejón) ya supera a la de 2015 en 26 centímetros. El Ebro a su paso por la localidad navarra es de 6,11 y su caudal de 2.600 meros cúbicos por segundo. Al municipio también se ha desplazado el presidente de Aragón, Javier Lambán, quien querido destacar que se está trabajando de forma incansable para garantizar la seguridad de las personas y de los cascos urbanos.

Sin embargo, ha admitido que con los caudales actuales y la previsión de que el río gane altura es posible que haya que evacuar por Prevencion Boquiñeni y Pradilla, donde el Ebro ha obligado a cortar ya dos carreteras.

Con esta referencia, ha asegurado que la previsión en Novillas y el resto de municipios también supere la de 2015. Para reducir las consecuencias de la avenida extraordinaria hay desplegados 100 efectivos de la UME creando diques de contención y la Confederación Hidrográfica del Ebro ha dado la orden de elevar la altura de la mota, hasta un metro.

El alcalde de Novillas, Abel Vera, ha adelantado que es muy posible que sea necesario evacuar cuatro viviendas de la zona baja del municipio, donde la UME ha creado diques de contención. Además, calcula que ya hay anegadas alrededor de 1.000 hectáreas, la mitad de cultivo.

En Boquiñeni y pese a la «incertidumbre», su alcalde, Juan Manuel Sanz, ha optado tomarse la situación con tranquilidad, ya que de momento los hitos o marcas que avisan de la gravedad de la crecida no alertan de afecciones importantes.

Sanz se mantiene en contacto continuo con el resto de municipios de la ribera para conocer el avance de la crecida y, para evitar prisas de última hora, ayer ya se evacuaron a 25 personas mayores o con movilidad reducida que se han trasladado a una residencia de Tauste, aunque por falta de plazas otra media docena de familias se han tenido que llevar a una mayor distancia como Sádaba, Sos del Rey Católico y Uncastillo.

En este término el río ya ha anegado unas 300 hectáreas de terreno cultivable, algo que para Sanz, aunque agricultor, reconoce que queda en «segundo plano».

En Cabañas de Ebro la situación también está tranquila ya que, ha reconocido el alcalde, Pedro Sanz, las motas están mejor preparadas que en la riada de 2015 gracias a los trabajos acometidos por la CHE, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento tras los daños que sufrieron entonces.

El agua, de momento, ha inundado unas 120 hectáreas de cultivo y choperas del término municipal.

Ayer también se tomó la decisión de evacuar a una veintena de personas, usuarios de la residencia y personas con movilidad reducida de la localidad.

Los agricultores también anteponen la seguridad de las personas frente a la necesidad de salvar los cultivos, si bien, como ha reconocido Javier Fatás, miembro de la Comisión Ejecutiva de UAGA, esta crecida viene en un momento «crítico» ya que el cereal estaba recién sembrado y no ha alcanzado el crecimiento que exigen los seguros para compensar los daños en un momento en el que afrontan unos elevados costes de producción.