Alexander Zverev, maestro sin discusión

Este Alexander Zverev que se corona hoy en Turín como maestro de maestros es mucho más que el tenista con talento al que se le presagiaban títulos y un número 1 en el futuro. Este Alexander Zverev ha tensado todos los mimbres para serlo ya, pues completa en la final una semana excepcional en la que ha mostrado tenis, contundencia, madurez y excelencia para que el futuro ya sea presente. Se deshace del número 2 del mundo, que no es un cualquiera, sino un Daniil Medvedev que hace ya tiempo que se codea con la nobleza del tenis, con una clase de contención y firmeza propias de quien ya está hecho para cualquier reto. Por segunda vez, con solo 24 años, Alexander Zverev es campeón de la Copa de Maestros.

Como si no hubiera terminado el partido contra Djokovic, Zverev mantuvo el pulso bajo y la intensidad altísima en la final. Como si no se hubiera dado una paliza de contención y potencia de dos horas y media ante el serbio y no se estuviera jugando el título de maestro. Así empezó a jugar el alemán la final ante Medvedev. En el segundo turno de saque de su rival, 0-40 y rotura, un pie más cerca de su objetivo. A partir de ahí, el plan trazado en esta semana en el que apuntala por fin lo que lleva años diciéndose de él: el próximo número 1, a sus pies el planeta tenis. Con permiso del ruso, que ya lleva tres años plantado en lo más alto del mundo posible, lo que permite Djokovic, el alemán termina el curso con una pinta extraordinaria para atacar todos los grandes retos en 2022.