Maduro lanza un repertorio de insultos contra Borrell tras la prórroga de las sanciones de la UE

Tras alardear del cierre de campaña de los candidatos chavistas a las llamadas «megaelecciones» del próximo 21-N, el presidente venezolano Nicolás Maduro, aprovechó los minutos en televisión para lanzar una batería de insultos contra el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, tras prorrogar discretamente la lista de 55 funcionarios y altos cargos del régimen chavista sancionados por Europa, entre ellos la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, y el veterano, Diosdado Cabello.

«Sancionados cruelmente, perseguidos y bloqueados», manifestó Maduro al referirse a las sanciones que, ya aprobadas, seguirán activas durante un año más, es decir, hasta noviembre de 2022. «No me importa para nada lo que haga o diga Josep Borrell» y «lo que haga la UE con sus complejos de superioridad, racista y colonialismo atrasado», aseguró el mandatario.

La UE intentó hacer pasar la extensión de estas medidas restrictivas sin hacer ruido, apenas publicando la decisión en el Diario Oficial de la Unión Europea, dada a la contradicción de que en Caracas se encuentra una misión técnica de observación para supervisar la jornada electoral del domingo.

Pero Maduro no dejó pasar el malestar y atacó al jefe de la diplomacia europea llamándolo «arrastrado» y «arrodillado» ante la política del imperio norteamericano. «Josep Borrell da vergüenza, arrodillado primero ante Donald Trump y luego a la política de Joe Biden», dijo. Y enfatizó que a él lo que le importa «es lo que pasa en Venezuela», que marcha con su «propio modelo de resistencia, dignidad y de rebeldía».

El bloque comunitario acordó la extensión de las sanciones el pasado 11 de noviembre durante una reunión de los ministros de Exteriores centrada en asuntos del comercio. La lista negra europea fue creada con 55 personas acusadas de minar la democracia y violar derechos fundamentales desde sus respectivos cargos.

Esto sucede con la presencia en el país de observadores de la UE y a pocos días de que llegue la misión de eurodiputados que verificará las elecciones, así como en pleno debate sobre si la presencia del bloque en el proceso electoral beneficia al Gobierno de Nicolás Maduro.