Madrid premia el disenso político: Botella agradece a los que la «criticaron» y Carmena apela a «escuchar sin sectarismo»

Hubo unanimidad cuando se trataba de premiar a la sociedad civil en la pandemia el año pasado, pero el consenso no se ha reeditado en esta ocasión a la hora de premiar a las exalcaldesas Ana Botella (PP) y Manuela Carmena. Tampoco el escritor Andrés Trapiello y el cantante Ramoncín evitaron las críticas de PSOE y Vox respectivamente. Tras una semana avivada por la polémica por las medallas que otorga el Ayuntamiento de Madrid por San Isidro, el tiempo ha calmado los ánimos. El portavoz socialista en el Ayuntamiento, Pepu Hernández, reconoció antes de comenzar que quizá fue «un error» haber criticado la medalla de Oro del que fuera miembro del Comisionado de Memoria Histórica. Lo ha hecho después de que hasta el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, rechazase que el autor fuera un «revisionista», como le había acusado el PSOE durante el debate para conceder las medallas.

Como recordó Esperanza Aguirre poco antes de iniciarse la ceremonia, «el disenso es democrático», tanto es así que el acto dejó imágenes curiosas como el saludo entre el ex presidente de la Comunidad socialista amonestado por su propio partido, Joaquín Leguina, y Pepu Hernández. O la nueva delegada del Gobierno, Mercedes González, muy integrada en un amistoso debate con varios concejales populares. También llamó la atención el cariñoso saludo al término del acto entre la expresidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, y la exregidora Carmena, que se fundieron en un largo abrazo. «Yo he venido a verte a ti», le llegó incluso a confesar la exmandataria popular.

Conscientes de que sus medallas de Honor fueron debatidas y censuradas por sus antagonistas ideológicos (el PSOE votó en contra y Vox se abstuvo), Botella agradeció a quienes la «criticaron», porque, dice, le «ayudaron a hacer las cosas mejor». Carmena, por su parte, se congratuló de recibir el reconocimiento de manos de representantes de partidos políticos de distinto signo por ejemplificar «un gesto de encuentro y acuerdo». Algo que considera esencial ante un momento en el que, ha lamentado, «vivimos una inútil confrontación en el debate político». Esta distinción ha sido otorgada en legislaturas anteriores a todos los alcaldes que ha tenido Madrid desde la instauración de la democracia. El primero fue Enrique Tierno Galván, alcalde entre 1979 y 1986, a quien se le concedió la medalla en 1986, que también ha estado presente en el evento.

Para el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ambas fueron «alcaldesas de todos, trabajaron y gobernaron para todos». «Al margen de las discrepancias, entendieron su mandato de servicio público. La normalidad institucional y el respeto a las instituciones llevan a esta ciudad a homenajear a sus dos fieles servidoras públicas», ha subrayado.

En esta misma sesión se ha procedido a la votación de la propuesta para conceder la Medalla de Madrid en su categoría de Oro a Gregorio Marañón y Bertrán De Lis, Andrés García Trapiello, José Ramón Márquez (Ramoncín) y a la Fundación José María de Llanos. La Medalla de Madrid en su categoría de Plata se ha otorgado a Jaime Carvajal y Hoyos a título póstumo, a la futbolista Virginia Torrecilla -que ha relatado emocionada cómo hace un año estaba para entrar al quirófano-, a Matías Martínez Olmo, a las Hijas de la Caridad y a la Plataforma del Tercer Sector.