Golpe en la mesa de Esquerra tras las infructuosas negociaciones con Junts para la formación del próximo ejecutivo secesionista. El vicepresidente en funciones y candidato a presidir la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado este sábado su intención de formar un Govern en solitario. Sin Junts, pero «con el compromiso de seguir trabajando para restablecer consensos y acuerdos» con los partidos independentistas del Parlamento catalán. Pero de esta forma, Aragonès necesitaría que Junts apoyase su investidura pese a no entrar en el ejecutivo.
La intención de Aragonès es gobernar en solitario y a partir de ahí seguir negociando sin la presión de una eventual repetición electoral. Y luego, si así lo quisieran, el Govern incorporaría a las formaciones que faciliten la investidura. Quedan 18 días de margen para evitar una nueva cita con las urnas si no se consuma un acuerdo para formar gobierno.
En una rueda de prensa telemática después de la reunión ejecutiva nacional del partido, Aragonès ha afeado a Junts «un optimismo que no encajaba con la evolución de las negociaciones de estos últimos días». Ayer, el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, auguraba alcanzar un pacto con Esquerra en los próximo días.
La reacción de Junts al golpe en la mesa de ERC ha sido inmediata. En una comparecencia por videoconferencia desde la prisión, Sànchez no ha tirado la toalla y todavía ve posible alcanzar un pacto con los republicanos para gobernar juntos.
De todas formas, de no llegar a un pacto para gobernar, Sànchez no descarta que cuatro diputados de Junts pudiesen facilitar, desde fuera, la formación de un hipotético ejecutivo de izquierdas de ERC con la CUP y los comunes.
