La Princesa de Asturias rubrica el inicio de su relación con las Fuerzas Armadas

La Princesa de Asturias rubricó el miércoles el inicio de su relación con las Fuerzas Armadas al convertirse en la madrina del nuevo submarino Isaac Peral (S-81) que, construido por Navantia, estará operativo en la Armada Española en el primer trimestre de 2023.

La ceremonia en ‘seco’ –y previa a la puesta a flote que tendrá lugar la semana que viene– transcurrió en el astillero de Navantia en Cartagena. A las instalaciones acudió la Familia Real a al completo con Felipe VI, con uniforme de capitán general de la Armada, Doña Letizia, la propia Princesa Leonor y la Infanta Sofía.

La Heredera de la Corona protagonizó así un nuevo acto después de que el 24 de marzo visitara en solitario la sede del Instituto Cervantes.

El acto de Cartagena tiene un gran simbolismo pues liga por primera vez a la Princesa de Asturias con las Fuerzas Armadas. Ya antes había asistido a algún evento militar como el XXV aniversario de la 41 promoción de la Academia General del Aire (2 de mayo de 2014) pero en aquella ocasión Leonor era aún Infanta y su padre, el Heredero. La Princesa de Asturias, de 15 años, sí que ha asistido a desfiles militares por el 12 de octubre en estos últimos años.

Cabe recordar, a modo de cómo han cambiado los tiempos, que el primer acto militar de Don Felipe fue con tan solo 9 años y vistiendo el uniforme como soldado en el Regimiento Inmemorial del Rey nº 1 en 1977. Fue un acto de filiación a esa unidad militar.

Constitución, artículo 62

La relación de la Heredera de la Corona con las Fuerzas Armadas es importante ya que la Constitución Española consagra, en su artículo 62 (h), que al Rey le corresponde su «mando supremo». Por tanto, el acto de ayer es un primer hito simbólico pero relevante. El diseño de la futura carrera militar de la Princesa de Asturias es una de las cuestiones abiertas en Zarzuela aunque, obviamente, no es un asunto a corto plazo.

Aparte del componente militar, la ceremonia en el astillero de Navantia tuvo también una arista de apoyo a la industria nacional y de proyección de la ‘marca España’ con el espacio industrial a la cabeza.

Una vez superados los problemas de diseño del nuevo submarino y tras 18 años de construcción, Navantia espera poder exportar en el futuro el S-80, el submarino convencional más avanzado (nucleares al margen).

Con esta intención de proyección de ‘marca España’, el secretario de Estado de la España Global, Manuel Muñiz, fue el encargado de acompañar en todo momento a la Familia Real. Entre los invitados se encontraban los embajadores en España de Marruecos, India, Grecia, Australia y Canadá, países que pueden estar interesados en la compra de submarinos.

Foto con trabajadores

Tras una foto de familia con veinte trabajadores de Navantia que han participado en la construcción del sumergible Isaac Peral, la Familia Real realizó un recorrido por las oficinas del astillero de Navantia en Cartagena, donde visitaron el Centro de Diseño Virtual, en el que se proyectó un vídeo sobre Navantia Cartagena y se realizó una visita virtual al submarino.

Ya en el muelle, y tras unos breves discursos del presidente de Navantia, Ricardo Domínguez; el jefe de Estado Mayor de la Armada (Ajema), almirante general Antonio Martorell; y la ministra de Defensa, Margarita Robles, el nuevo submarino de la Armada fue bendecido por el ordinario castrense de España como manda la tradición de la Armada.

Acto seguido, la Princesa de Asturias se dirigió, acompañada por Su Majestad el Rey, hacia el submarino S-81. Junto a su amura, cortó una cinta con la bandera de España que sujetaba la botella de vino (seleccionado y embotellado por la Armada para esta ocasión) que bautizó finalmente al futuro submarino de la Armada.

Después se interpretó el Himno nacional. Finalmente, los Reyes, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía se hicieron una fotografía de grupo con la dotación de quilla del submarino S-81 cuyo comandante es el capitán de corbeta Manuel Corral.

Al acto también acudieron otras autoridades locales como el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras; el presidente de la Asamblea Regional de Murcia, Alberto Castillo; el delegado del Gobierno en la Región de Murcia, José Vélez; o la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón.

Durante su intervención, la ministra Robles defendió que con el submarino S-80 las Fuerzas Armadas han sumado un hito «de proyección internacional, de ciencia, innovación, tecnología y futuro, y que reconoce el trabajo y el esfuerzo de quienes han hecho esta obra maestra».

Dentro del Ministerio de Defensa hay cierto alivio pues en estos últimos tres años se ha podido reconducir un proyecto que, tras unos fallos en el diseño aparecidos en 2013, incrementó su presupuesto final de los 2.135 millones de euros iniciales a los 3.906,7 millones finales. Siempre se defendió este programa como clave para la Defensa nacional.