El Atlético se enreda en Getafe

A un ritmo frenético de partidos sin descanso, el Atlético se enreda en Getafe. El líder no encontró la manera de taladrar la dura oposición del grupo de Bordalás y pese a un asedio en el tramo final, se marchó de vacío y con dos puntos menos en la cuenta.

Cualquier interacción entre el Getafe y el Atlético lleva desde hace diez años a la misma estadística. 18 partidos sin perder los rojiblancos frente a a su rival del sur de Madrid, 16 victorias y dos empates, ningún gol en contra desde noviembre de 2011, 33 goles a favor… El Atlético compite contra el Getafe como si estuviera en el jardín de su casa, tan plácidos los guarismos que se puede pensar en algún tipo de sortilegio. Y no es cosa de Bordalás, quien no hace otra cosa que perpetuar la tradición que arrastró a Esnaider, Escribá, Quique Flores, Luis García Plaza o Míchel. Tal vez se deba interpretar que el tipo de juego del Getafe se ciñe como un guante a la mano de Simeone.

El Getafe lleva en Primera desde 2005, dieciséis años con un paréntesis en Segunda de un curso en 2016. Mérito incuestionable de un club sin apenas atención en Madrid y con una masa social dispersa con tentáculos afectivos en el Real Madrid o el Atlético. Con Bordalás su juego es reconocible: músculo, presión, táctica y poca elaboración. Así ha llegado lejos y así pretende sacar algún rédito del Atlético en esta jornada.

No parece la noche porque la tropa de Simeone sale cargada de electricidad. Desde que ha regresado Trippier, el equipo siente otro vértigo en el ataque porque el inglés conecta a la primera con Llorente. Y por ese flanco se visualiza el peligro. Lo conocen todos los equipos de Primera, pero el vínculo es casi infalible. La coge Trippier, levanta la cabeza y prolonga al espacio donde Llorente cabalga feliz hasta la línea de fondo. Así llega el primer arañazo del Atlético, un gran pase al área sin la caña de Suárez al rescate.

Presión del Getafe

El Atlético se decide a prorrogar la estadística favorable con varias intervenciones de nivel. Funciona el enganche de Correa (otra vez Joao Félix en el banco) para abrir líneas y llegar a Suárez y también Carrasco jalea por la izquierda, donde Nyom sufre. Pero el gol no llega y el Getafe se estira a su manera.

El fútbol es un canto a la democracia porque pertenece a todos y nadie tiene más razón que otro. El Getafe produce poca artesanía y mucha tensión. Presiona al Atlético muy arriba y corta rápido con faltas tácticas. Y en ese laberinto, tiene una opción con un fallo de Oblak al no atajar un tiro fácil. Pero Maksimovic protagoniza una maniobra cómica, al tirarse al suelo sin que intervenga el portero.

Simeone tiene que desdoblarse en la segunda parte. Los recogepelotas no trabajan en el Coliseo con 0-0 y el técnico se encarga del servicio. Ha entrado Joao Félix en el puesto de Saúl, quien no remonta el vuelo en un curso plomizo para él. El Getafe administra un punto como un botín y especula. Defiende y se despliega al contragolpe buscando el pie suave de Aleñá, el mejor de los azulones. El gol no llega y Simeone llena el partido de atacantes. Lemar y Dembelé se unen a Joao y Luis Suárez, mientras el Getafe empieza a mostrar su perfil macarra.

Nyom pisa con violento ademán el tobillo de Lodi, que está fuera del campo y recibe una entrada muy peligrosa para su integridad. El árbitro corrige su amarilla en el VAR y expulsa al defensa del Getafe con toda justicia.

El Atlético se extiende sobre el área de su enemigo como una mancha de chapapote. Atropellado y sin claridad, fabrica ocasiones. Marca Joao Félix de cabeza, pero el balón ha salido en el centro de Llorente. El Getafe aplica sus bazas. En cada jugada, un futbolista azul cae al césped víctima de inesperados vahídos. El juego se interrumpe, los parones se convierten en minutos de ganancia para los locales, el Atlético no sabe cómo hacerlo.

Soria se exhibe como un portero muy elástico y sujeta la embestida colchonera. Dembelé, Lodi, Llorente, todos rematan y a todos replica el cancerbero. Suárez la toca suave en vaselina al palo. No hay manera. El Getafe sigue sin marcar, pero el Atlético no gana.