Comenzada la pretemporada, un nombre sigue faltando en la lista: Marc Márquez. Mientras su equipo ya rueda, con Pol Espargaró tomándole la medida a la Honda y con Stefan Bradl intentado mejorar las prestaciones, el de Cervera mantiene su agenda de recuperación del húmero derecho. Desde diciembre, tras aquella tercera operación, las cosas parecen ir cada día mejor, pero el piloto es consciente de que ahora tiene que ir más frenado que nunca. Lleva demasiados meses fuera del circuito como para que ahora, por darle gas demasiado rápido, tenga que volver a enfilar hacia boxes.
«Físicamente te empiezas a encontrar preparado, pero sé que es mejor hacer las cosas poco a poco. Cuando me den el alta, me gustaría pilotar una moto de nuevo antes que una MotoGP para ver cómo me encuentro, entonces volveré lo antes posible, pero siempre y cuando me sienta listo y con la suficiente fuerza y capacidad», explicó en unas declaraciones facilitadas por su equipo.
La parte mental, subraya, es la que más cuesta que reaccione. Bien porque primero no sabía qué hacer con la mano derecha, después de tanto tiempo inmovilizada, bien porque parece que ya está todo casi listo tras meses y meses de espera y frustración. «Una vez el doctor me quitó la inmovilización y podía usar la mano derecha como antes, pero sin pasarme, en gestos del día a día, tenía que forzarme y no me salía, iba con la mano pegada al cuerpo. Todo esto también es un ejercicio de mente, de intentar forzarte y pensar durante las dos primeras semanas que tienes que usar la derecha y volver a la normalidad», recuerda.
Pero sí ve pasos hacia delante después de una temporada en la que era uno hacia delante y dos hacia atrás. «Físicamente, notas la mejoría en cosas tan simples como ducharse, lavarse la cabeza y los dientes, abrir una puerta y cerrarla… El primer cambio de poder lavarse los dientes con la derecha ya fue todo un logro. Luego en el gimnasio los pesos van aumentando y la movilidad es cada vez mejor. Hemos ido con mucha prudencia y precaución dando pasitos pequeños. La diferencia entre brazo izquierdo y brazo derecho es mucho menor. Físicamente, ya estoy a nivel de cardio y tórax, que es lo más importante. Ahora estoy esperando a que el médico me dé el alta a nivel óseo y que muscularmente me sienta bien para coger una moto, pero cada vez siento que está más cerca».
Su plan, para el que todavía no tiene fecha fija de regreso, es ir tan poco a poco como sea posible para ganar velocidad en cuanto se sienta seguro. Primero, una moto pequeña para salir a entrenarse en circuitos pequeños. Después, algo más de potencia y entrar en circuitos más grandes. «Y volver a mi estilo de vida poco a poco».
Por el momento, tirará de paciencia un poco más, mientras observa a su equipo ponerse a punto en Qatar para empezar la temporada. «Me hubiese gustado estar en el arranque, porque los primeros entrenamientos de la temporada son de los más importantes, porque vienes de un invierno parado, yo de un año parado, tienes que volver a ir rápido en una moto, a entenderla, volver a pilotar una moto, encontrar otra vez esa sensación de la velocidad. Me hubiese gustado estar allí, porque están todas las cosas nuevas, piezas nuevas que trae Honda, que ha trabajado durante el invierno. Pero bueno, sé que están haciendo un gran trabajo, sé que me esperan con los brazos abiertos y yo con ganas de volver lo antes posible».
