España cumple el trámite y saca su billete para el Eurobasket: España 94 – 41 Rumanía

La selección estará en el Eurobasket, objetivo mínimo que se confirmó con el triunfo esperado ante Rumanía, que no pudo oponer resistencia en la cancha ante la superioridad de España. La victoria clasifica al equipo de Scariolo, que además pudo ver cómo muchos de los jóvenes que tiene apuntados en su agenda como futuribles para los grandes torneos daban un paso al frente y asumían una mayor responsabilidad. Ganando peso y pidiendo sitio. Buenas señales.

Vale que la prueba era de fogueo, pues el nivel de Rumanía es el que es. El de estar a la cola de estos partidos de clasificación, donde no ha conseguido ninguna victoria ni ha estado cerca. Pero aun así, salió intensa la selección, centrada en romper cuanto antes el choque.

Lo consiguió ya en el primer cuarto, donde la defensa maniató a su rival y donde encontró los brazos amigos de Tyson Pérez en el rebote y de Brizuela en el lanzamiento. El vasco, con ocho puntos consecutivos, ponía a España trece arriba y obligaba a sacar bandera blanca al seleccionador rumano (19-6, min. 6). Su acierto mecía al equipo nacional e invitaba a Scariolo a mover el banquillo con rotaciones que esta vez sí dieron la talla. Porque todos los que entraban ponían su granito de arena, aumentando una diferencia que al descanso ya parecía insalvable (45-21).

Por entonces, el seleccionador había dado ya minutos a todos sus jugadores. Incluido Barreiro, que el sábado se había quedado en la grada por decisión técnica. Solo Rabaseda y Guerrero se fueron a los vestuarios sin anotar, lo que es buena muestra del carácter coral de la victoria de España.

Tras el descanso emergió Tyson Pérez para exhibirse y atraer los focos. Para subrayar su nombre en la agenda del seleccionador y postularse como aspirante a citas más importantes. Porque el dominicano fue una pesadilla para su rival, omnipresente en defensa, brillante en el rebote y resolutivo en ataque. Uno de esos jugadores que quieren los entrenadores, porque nunca bajan la guardia. El abrazo de Scariolo al mandarle de nuevo al banquillo ejerció de bendición. Bienvenido al equipo.

Además de Brizuela y Pérez, también brillaron Arteaga, López Aróstegui, Alonso o Barreiro. Actuaciones todas ellas que permiten esbozar una sonrisa, pero con cautela. Pues la categoría del rival aconseja prudencia. De hecho, los rumanos se pasaron buena parte del último cuarto sin anotar, lo que aumentó la diferencia hasta hacerla casi ridícula para un partido de primer nivel de selecciones. Distancia abismal que debería hacer reflexionar a la FIBA. De hecho, la ventana que aún queda pendiente para febrero, con los dos últimos partidos del grupo, no sirve ya para nada, pues están decididos los billetes para el Eurobasket, donde España tratará de mantener su idilio con el podio, del que no se baja desde 2007.