«En febrero ya teníamos protocolo para la covid»

Armando Cester Martínez, doctor en Medicina, desarrolla en los Bomberos de Zaragoza su visión humanista del trabajo.

La nueva normalidad no altera la normalidad en el cuerpo de Bomberos. No es un juego fácil de palabras. Los bomberos, igual antes que ahora, siempre en la primera línea del peligro, también en la pandemia de la covid. Armando Cester es jefe de Asistencia Médica de los Bomberos de Zaragoza.

Decía que, igual antes que ahora con la covid, siempre en la primera línea…

Es nuestra obligación. Y aceptamos esa responsabilidad. Somos el servicio sanitario también en caso de terrorismo, rehenes…

Estoy ante los ojos que han visto los principales siniestros en los últimos cuarenta años en la historia de la ciudad de Zaragoza.

Así es. He vivido los atentados de ETA, igual en la Casa Cuartel que en el autobús de la Academia General Militar. También, el incendio de la discoteca Flying. Recuerdo cuando entré con el enfermero y vi todos los cuerpos. El efecto terrible, letal, del monóxido de carbono y del ácido cianídrico…

Un cementerio entre el humo…

Fue muy duro, pero qué decir del rescate de personas en la Casa Cuartel o de entre los hierros y la metralla del autobús de San Juan de los Panetes… Afortunadamente, se ha evolucionado mucho en las últimas décadas, aunque seguimos necesitando que en España se apruebe la especialidad de Medicina y Enfermería de Emergencias y de Urgencias. Es de los pocos países en los que no se ha establecido aún.

¿En qué forma ha influido en su labor la aparición de la covid?

Luchamos contra un enemigo invisible. Ha remitido, pero el coronavirus sigue activo aún. En nuestra labor, ha mostrado la fortaleza del trabajo en equipo. Vemos situaciones muy complicadas.

¿Por ejemplo?

Por ejemplo, acceder con autoescalas a la casa de pacientes encerrados en su domicilio. Hay que ir con EPI (equipos de protección individual), lo que hace más sufrido el trabajo. Las maniobras son más complicadas. Además del calor, deshidratación y estrés físico y mental, hay que añadir el miedo a contagiarte y llevar la infección a casa. Insisto en que estamos ante un enemigo invisible. Afortunadamente, siempre hemos ido bien equipados, con protección NRBQ.

¿NRBQ…?

Sí, nuclear, radiológica, biológica y química. Y los equipos los teníamos antes de la covid. Estábamos preparados porque hay siniestros que requieren ese equipamiento. Por ejemplo, un escape de ácido nítrico de un camión en la autopista… Peligrosísimo.

Les ha pillado alerta la covid…

Somos 48 profesionales entre médicos, enfermeros y bomberos en las ambulancias de Bomberos, y ninguno hemos dado positivo en las pruebas de la covid. Y los 48 hemos estado desde el primer día en la primera línea de contacto. Es más, le diré que el día 3 de febrero ya presentamos al concejal de Bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza la primera versión del protocolo de actuación ante la pandemia de la covid.

¿Ha dicho el 3 de febrero?

Sí, la primera versión fue el 3 de febrero.

El dato es interesantísimo: 40 días antes de ser decretado el estado de alarma…

Se ha realizado hasta la octava versión del protocolo de actualización. Hay que decir que la propia covid nos enseñaba y nos enseña cosas día a día. Afortunadamente, el concejal Alfonso Mendoza nos ha respaldado siempre.

Dicho queda, igual que la fecha en que emitieron el primer informe… Por cierto, hay un dato que me intriga. ¿Por qué no se dedicó a otra rama de la medicina?

Todo el colectivo médico ha desarrollado y desarrolla una gran labor durante la pandemia. Lo vemos diariamente en la lucha contra la covid. En mi caso, considero que no existe un trabajo verdadero sin una visión humana. Por eso me entregué a esta profesión.

También fue director de Cáritas en Zaragoza y en Aragón…

Efectivamente, durante 10 años. Y también, patrón de la Fundación Federico Ozanam. Trabajar en Bomberos imprime un carácter de servicio y de ayuda al que más lo necesita. Es una visión de la vida. Ver cómo se sufre ayuda a jerarquizar los valores y dar importancia a lo que de verdad la tiene: al amor, a la amistad, a la persona humana. En suma, a la vida.