«Parte del Gobierno busca un escenario guerracivilista»

Así lo afirma Ramón Tamames en una entrevista para LA RAZÓN. «El hachazo fiscal está provocando una leva de capitales mientras se crea un asilo electoral, con 20 millones viviendo del Estado», asegura

La mayoría de las recetas económicas que se están aplicando para paliar los efectos de la crisis generada por el Covid-19 están contraindicadas, por seguir un símil médico. Ese es, en esencia, el mensaje que Ramón Tamames (Madrid, 1933) quiere trasladar a la Comisión de Reconstrucción del Congreso de los Diputados.

La esencia, pero detrás hay un extenso análisis plasmado en un documento que este catedrático de Estructura Económica y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas ha trasladado a Patxi López, presidente de la Comisión, sin obtener respuesta por ahora.

–Reclama usted una investigación sobre la respuesta sanitaria y termina pidiendo que rueden cabezas en los tribunales.

–Tiene que haber un informe en el Congreso como el que se hizo con la crisis financiera. Hay que empezar investigando por qué las autoridades se tomaron frívolamente las alertas y depurar las responsabilidades que surjan. Es un deber enjuiciar por qué el domingo 8 de marzo se autorizaron manifestaciones políticas masivas en toda España, de las que salen miles de contagios. Lo del 8-M fue una irresponsabilidad y un desastre, y debería tener consecuencias para los responsables. Por otra parte, se elogia mucho a la Sanidad Pública, pero hay que determinar porqué en otros países, como Alemania, hay ocho camas por cada 1.000 habitantes y nosotros tenemos 3,8. También hay que investigar la elevadísima mortalidad en las residencias de personas mayores y explicar por qué España se sitúa en la parte más alta en el número de fallecidos por millón de habitantes cuando se suponía que el Sistema Nacional de Salud estaba entre los mejores del mundo desarrollado. Luego están los bandazos que se han dado, como el de las mascarillas. Antes no eran necesarias y ahora hay que utilizarlas.

–Usted es un experto en China, ¿nos han engañado como a ídem?

– China ha ido a lo suyo. Han sido muy efectivos en cercar la enfermedad, pero no han estado a la altura en la transmisión de información ni en el los suministros de material médico. La imagen de China va quedar muy desfigurada si no explica bien lo que ha ocurrido.

– Se ha comparado la crisis surgida de dos meses de confinamiento con la de la Guerra Civil. ¿Es para tanto?

– No se puede comparar esta crisis con la de Guerra Civil. Aquello fueron tres años de destrucción seguidos de la depresión económica generada por la autarquía. Hoy, las estructuras productivas están incólumes. El PIB por individuo activo de 1935 no se recuperó hasta 1953, mientras que en este caso estaremos en condiciones de recuperación en 2022 o 2023. Es un escenario distinto. Hoy, el proletariado lo componen los inmigrantes. Los españoles pertenecen, en su inmensa mayoría a las clases medias.

-Pero la clase media ha quedado muy tocada.

– Hay algunos en el Gobierno a los que sí les gustaría un escenario «guerracivilista» y aprovechan esta crisis para plantear cosas como la República, cuya primera parte fue un desastre y la segunda, la preparación de la guerra. Sin embargo, se trata de una crisis que se puede atajar con las políticas adecuadas. Por fortuna, hoy tenemos además a la Unión Europea.

–¿Qué le parece la respuesta económica del Gobierno?

– Estamos en una situación critica con cinco millones de desempleados. No nos podemos permitir esto. Los créditos ICO son insuficientes y se están dando a empresas con máxima solvencia mientras que el 75% de expedientes de pymes y pequeñas empresas son rechazados. Hace falta un presupuesto extraordinario a cuatro años porque los ingresos están menguando a marchas forzadas. Un presupuesto con políticas fiscales atractivas a la inversión y al empleo.

– Justo lo contrario de lo que predica la coalición…

– Y ahí están las consecuencias. El hachazo fiscal está ya provocando una leva de capitales, con disoluciones de Sicav, que se están moviendo a Holanda o Luxemburgo. Además, la amenaza a la reforma laboral es un golpe tremendo cuando hay sectores en peligro máximo como el turismo, la automoción o las exportaciones. Derogar en su totalidad la reforma laboral es ir a unas indemnizaciones muy altas, lo que dificulta el ajuste de las empresas. Habría que flexibilizar mucho más el mercado laboral para evitar una sociedad subsidiada.

–Quizá es lo que se pretende.

– Ese es el peligro, crear un asilo electoral. Con el Ingreso Mínimo Vital, que es un auténtico disparate, otros dos millones de personas viviendo del Estado, 20 millones en total viviendo del presupuesto.

– ¿Vamos a un rescate?

– Algunos creen que el rescate es un estigma y eso es una necedad. Como las nacionalizaciones. Menos mal que a este Gobierno le queda la ministra Calviño para frenar esos disparates.

Del Plan de Estabilización a los Pactos de la Moncloa

Patxi López ha estado, al parecer, demasiado ocupado en justificar las salidas de tono de Pablo Iglesias en su comparecencia en sala y en capear los mamporros dialécticos que se intercambian a diestra y siniestra los distintos grupos políticos como para citar a Tamames. De reconstrucción parece que solo está interesado en hablar el entrevistado, al quien le sobra la experiencia en afrontar grandes retos.

No en vano, participó como técnico comercial en el diseño del Plan de Estabilización de 1959, el que sacó a España del ostracismo de la autarquía a la economía de mercado, y en las primeras negociaciones con la Comunidad Europea, en 1965. Participó, además, de los llamados Pactos de la Moncloa, que consolidaron la transición democrática así como diputado de las Cortes Generales durante siete años.