Yahveh habló así a Moisés:
«Toma a Aarón y con él a sus hijos, y también las vestiduras, el óleo de la unción, el novillo para el sacrificio por el pecado, los dos carneros y el canastillo de los ázimos;
y congrega a toda la comunidad a la entrada de la Tienda del Encuentro.»
Moisés hizo como Yahveh le había mandado, y se congregó la comunidad a la entrada de la Tienda del Encuentro.
Moisés dijo a la comunidad: «Esto es lo que Yahveh ha ordenado hacer.»
Moisés mandó entonces que Aarón y sus hijos se acercaran y los lavó con agua.
Puso sobre Aarón la túnica y se la ciñó con la faja; lo vistió con el manto y poniéndole encima el efod, se lo ciñó atándoselo con la cinta del efod.
Luego, le impuso el pectoral en el que depositó el Urim y el Tummim.
Colocó también la tiara sobre su cabeza y puso en su parte delantera la lámina de oro, la diadema santa, como Yahveh había mandado a Moisés.
Después Moisés tomó el óleo de la unción y ungió la Morada con todas las cosas que contenía para consagrarlas.
Roció con él por siete veces el altar y ungió el altar con todos su utensilios, así como la pila con su base, para consagrarlos.
Y derramando óleo de la unción sobre la cabeza de Aarón, lo ungió para consagrarlo.
Luego Moisés mandó que se acercaran los hijos de Aarón; los vistió con las túnicas, les ciñó la faja y les puso las mitras, como Yahveh había mandado a Moisés.
Después hizo traer el novillo para el sacrificio por el pecado, y Aarón y sus hijos impusieron las manos sobre la cabeza del novillo, víctima por el pecado.
Moisés lo inmoló. Tomó la sangre y mojó con su dedo los cuernos del altar, todo en derredor, para purificarlo. Después derramó la sangre al pie del altar; de esta manera lo consagró haciendo por él la expiación.
Tomó luego todo el sebo que cubre las entrañas, el que queda junto al hígado, y los dos riñones con su sebo; y lo quemó Moisés sobre el altar.
Pero en cuanto a la piel, la carne y los excrementos del novillo, los quemó fuera del campamento, como Yahveh había mandado a Moisés.
Después hizo traer el carnero del holocausto, sobre cuya cabeza Aarón y sus hijos impusieron las manos.
Moisés lo inmoló y roció con la sangre todos los lados del altar.
El carnero fue partido en trozos y Moisés quemó la cabeza, los trozos y el sebo;
después de lavar en agua las entrañas y las patas, Moisés quemó todo el carnero en el altar, como holocausto de calmante aroma, manjar abrasado para Yahveh, como Yahveh había mandado a Moisés.
Hizo luego traer el segundo carnero, el carnero del sacrificio de la investidura, y Aarón y sus hijos impusieron las manos sobre la cabeza del carnero.
Moisés lo inmoló, y, tomando su sangre, mojó el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, el pulgar de su mano derecha de Aarón, el pulgar de su mano derecha y el de su pie derecho.
Después Moisés hizo que se acercaran los hijos de Aarón, les untó con la sangre el lóbulo de la oreja derecha, el pulgar de su mano derecha y el de su pie derecho; y derramó la sangre sobre el altar, todo en derredor.
Tomó luego el sebo: el rabo, todo el sebo que cubre las entrañas, el que queda junto al hígado, los dos riñones con su sebo y la pierna derecha.
Sacó del canastillo de los ázimos que estaba ante Yahveh un pan ázimo, una torta de pan amasada con aceite y otra torta untada, y las puso sobre el sebo y sobre la pierna derecha.
Entregó todo esto en manos de Aarón y en manos de sus hijos haciéndolo mecer como ofrenda mecida ante Yahveh.
Moisés lo recibió de sus manos y lo quemó en el altar, encima del holocausto. Era el sacrificio de investidura, calmante aroma, manjar abrasado en honor de Yahveh.
Moisés tomó entonces el pecho y lo meció como ofrenda mecida ante Yahveh; era ésta la porción del carnero de la investidura que pertenecía a Moisés, como Yahveh se lo había mandado.
Después Moisés tomó óleo de la unción y sangre de la que había encima del altar, roció a Aarón y sus vestiduras de sus hijos. Así consagró a Aarón y sus vestiduras, así como a sus hijos y las vestiduras de sus hijos.
Moisés dijo a Aarón y a sus hijos: «Coced la carne a la entrada de la Tienda del Encuentro y comedla allí mismo; comed también el pan del canastillo de la investidura tal como lo he mandado diciendo: Aarón y sus hijos lo comerán.
Quemaréis la carne sobrante y el pan.
Y no os apartaréis de la entrada de la Tienda del Encuentro por espacio de siete días, hasta el día en que se cumplan los días de vuestra investidura; porque siete días durará vuestra investidura.
Yahveh mandó que se procediera como se ha procedido hoy para hacer expiación por vosotros.
Así quedaréis siete días, día y noche, a la entrada de la Tienda del Encuentro, guardando la norma de Yahveh para no morir, pues así me fue ordenado.»
Aarón y sus hijos hicieron cuanto Yahveh había mandado por medio de Moisés.