Los españoles son los más descontentos de Europa con la gestión de la crisis de su Gobierno

Los españoles y los franceses son los ciudadanos europeos que en mayor proporción piensan que sus gobiernos están haciendo «demasiado poco» para combatir la propagación del coronavirus, según la mayor encuesta realizada hasta ahora sobre la percepción de los ciudadanos de la acción de sus gobiernos, llevada a cabo por la empresa alemana Dalia Research entre 32.631 personas en 45 países del mundo. Dalia es una aplicación global que realiza microsondeos por móvil en todo el planeta.

El 66% de los españoles y el 64% de los franceses desaprueban la acción de sus gobiernos. España es uno de los países donde el coronavirus está haciendo más estragos. Este 1 de abril acaba de superar los 100.000 casos y los 9.000 muertos. Italia está ligeramente por encima.

En estos dos países europeos hay ya más muertos que los reconocidos en China. Sin embargo, hay muchas dudas sobre los datos oficiales de China, donde se registraron los primeros casos, sobre los fallecidos por el Covid-19.

A su vez, la última encuesta de GESOP también destaca el creciente descontento de la población española con la gestión del gobierno del socialista Pedro Sánchez. Por primera vez, los resultados del 25 al 27 de marzo apuntan a que hay más personas (38,4%) que juzgan negativamente lo que está haciendo el gobierno español que quienes lo apoyan (32,5%). La valoración positiva ha disminuido más de diez puntos en menos de una semana.

Un tercio de los encuestados en España ve posible la recuperación económica en un año pero otro tercio no ve posible que remontemos antes de dos años.

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En China (56%) e Italia (49%), dos de los países que más gravemente han sufrido la epidemia, la mayoría de los ciudadanos consideran que sus dirigentes están actuando de forma adecuada.

Es significativo el dato de Italia, ya que es el país de Europa con más casos y más muertes. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, fue muy errático al principio pero corrigió rápidamente la gestión, y sobre todo la forma de comunicarla. Está convenciendo a los italianos de que está haciendo todo lo que está en su mano para solventar la crisis.

En el sondeo de Dalia, casi la mitad de los ciudadanos del mundo, un 43%, cree que sus gobiernos hacen poco en esta lucha contra la propagación de la epidemia del Covid-19. Sin embargo, en ocho de los 45 países de los que se han recabado datos la opinión es la contraria, les parece excesiva la reacción de sus autoridades.

Los tailandeses son quienes son más críticos en todo el mundo con las medidas de su gobierno. Un 79% de los tailandeses cree que es poco lo que se está haciendo. En Chile un 76% considera pobre la acción del gobierno. A continuación se sitúa España, con un 66% de ciudadanos críticos con las autoridades por ser demasiado tímidas en su lucha contra la pandemia.

Hay países donde sus ciudadanos opinan que sus autoridades están haciendo «demasiado». Tal es el caso de Arabia Saudí (34%), Malasia (26%), Egipto (25%), Marruecos (25%) y Estados Unidos (19%). En estas naciones la queja es por una reacción «exagerada» al Covid-19.

Llama la atención el porcentaje en Estados Unidos, donde el presidente, Donald Trump, ha estado dando bandazos durante semanas hasta que la enfermedad de un amigo cercano le ha hecho dar un giro de 180 grados.

Acaba de reconocer que en EEUU puede haber entre 100.000 y 200.000 muertos y ha prorrogado las medidas más estrictas hasta finales de abril. Estados Unidos es el país del mundo con más casos, más de 200.000. Ya han muerto más de 4.300 personas.

En Vietnam (62%), Argentina (61%), Austria (58%), Singapur (57%), China (56%) y Sudáfrica (56%) están conformes con la acción de sus gobiernos. Dos quintas partes de la población global están de acuerdo con lo que hacen sus autoridades.

En Europa y América del Norte la tendencia es que se hace demasiado poco para afrontar esta crisis. En México es lo que piensa el 60% de la población. Hasta esta semana el gobierno no se ha tomado en serio el peligro de propagación del virus. El presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), incluso bromeaba con esta enfermedad que nos obliga a «no abrazarnos».

Las autoridades mexicanas temen el efecto en la economía. Como en la mayor parte de América Latina la economía informal tiene gran peso y por ello el efecto será devastador para aquellos que sobreviven con lo que consiguen día a día.