Trump acusa a los demócratas de “abuso de poder inconstitucional”

Participants gather during a rally to impeach President Trump in Raleigh, N.C., Tuesday, Dec. 17, 2019. (AP Photo/Gerry Broome)

Avanza feroz la guerra del “impeachment”. El Congreso votará para arrancar el juicio político del presidente, el tercero en la historia de EE UU. El presidente, Donald Trump, le ha escrito una carta personal a la presidente del Congreso, y líder de la mayoría demócrata, Nancy Pelosi, en la que protesta, en los más enérgicos términos, por un “impeachment” que considera partidista e injusto. «Un abuso de poder inconstitucional», afirma, «sin parangón en dos siglos y medio de historia legislativa de América». Sus palabras, las más duras, pero también las más ajustadas a los usos propios de un presidente, avanzan luego en una serie de menciones personales en las que no faltan los reproches a Pelosi por afirmar que reza por el presidente. «Cuando sabes que esto no es cierto», escribe, «excepto que lo digas en un sentido negativo. Lo que estás haciendo es una cosa terrible. ¡Pero serás tú la que tenga que vivir con ello, no yo!»

Su carta coincidía con una reunión dramática en el Congreso, en la que los legisladores discutían sobre los términos y reglas que será preciso seguir en la histórica sesión de hoy. Entre los reproches más feroces, el que pronunció el congresista Alcee Hastings, cuando solicitó a sus colegas que le citaran uno, un solo presidente que en algún otro momento de la historia haya pedido al líder de otro país que investigue a un ciudadano estadounidense.

Desde la Casa Blanca, o mejor, sus aledaños, responden los partidarios de Trump con fuego racheado. Nadie domina mejor los naipes del combate que Rudy Giuliani, abogado personal, al que encargó viajar a Ucrania e investigar la corrupción. El ex alcalde de Nueva York, incapaz de desairar a su cliente, subía la apuesta en los últimos días. Así, acumula ya un puñado de entrevistas desde el domingo. Entre sus afirmaciones no faltan las que le sirven para culpar de perjurio y obstrucción a la Justicia a la ex embajadora de EE UU ante Ucrania Marie Yovanovitch, que declaró ante el Comité de Inteligencia del Congreso. Pero la diplomática es la punta del iceberg.

De hecho, Giuliani habla de poco menos que de una gigantesca operación de acoso y derribo contra el presidente. De su pintura emerge una maniobra en la que estarían implicados desde los servicios secretos al anterior Gobierno y, por supuesto, los gobiernos extranjeros. Pero no Rusia sino Ucrania, que es donde Giuliani, Paul Manafort y otros creyeron atisbar las maniobras del espionaje foráneo. Como explicaba ayer mismo la NBC, el propio Giuliani, entrevistado por el “New York Times” el pasado 9 de mayo, explicó que, en efecto, planeaba viajar a Ucrania.

«No nos estamos entrometiendo en unas elecciones», dijo entonces, «nos estamos entrometiendo en una investigación, que es algo que tenemos derecho a hacer». «No hay nada ilegal al respecto», abundó, «Alguien podría decir que es inapropiado. Y esto no es política exterior: les estoy pidiendo que hagan una investigación que ya están haciendo y que otras personas les están diciendo que dejen de hacerla. Y les voy a dar razones por las que no deberían detenerlo porque esa información será muy, muy útil para mi cliente y puede resultar útil para mi Gobierno». Mi cliente, mi Gobierno. Con ese uso de pronombre posesivo que algunos consideran ligeramente hiperbólico. Incluso, cuentan, altos cargos del Gabinete, como Mike Pompeo, secretario de Estado, que habrían mostrado en privado su recelo ante la fogosa pirotecnia del viejo e incombustible Rudy.