En Aragón se vive bien. Así lo concluye el Indicador de Calidad de Vida elaborado por el Consejo Económico y Social de Aragón (CESA), que fue presentado ayer y sitúa a nuestro territorio como el cuarto mejor posicionado en el ránking por autonomías del 2017. La comunidad escala un puesto respecto al año anterior, en el que ocupaba el quinto lugar. En las tres primeras plazas repiten Navarra, País Vasco y Madrid, pero la comparativa con las dos primeras no es del todo homologable si se tiene en cuenta su estatus foral que les permite gozar de un régimen fiscal propio y disponer por ello de mayores recursos e incentivos económicos. Mientras, la región vecina de La Rioja cae del tercer al sexta lugar.
Aragón lleva diez años sin bajar del quinto puesto –en el 2012 llegó a ocupar el tercero– en la clasificación de las comunidades autónomas con mayor calidad de vida que marca este indicador. Este estudio se construye a partir de 80 variables estadísticas, una veintena de ellas subjetivas a fin de percibir el grado de satisfacción de la ciudadanía con su situación, lo que le da un valor cualitativo que lo distingue de otros informes.
Si se asigna al indicador una valoración cuantitativa de entre uno y diez, la calificación obtenida por la comunidad el pasado año sería un nada desdeñable 8,4, empatada con Madrid, que le supera por varias centésimas, y por debajo de Navarra (10) y País Vasco (9,4), La media de España se quedaría en una nota de 6, superior al 5,7 del 2016.
El Indicador de Calidad de Vida del CESA (IQVCESA) se desagrega a su vez en nueve índices parciales sobre diferentes temas. En todos ellos, Aragón queda por encima de la media española, pero los capítulos en que más ha mejorado respecto al año anterior son los referidos a economía familiar y condiciones de vida materiales, seguido de salud y educación. El único indicador parcial en el que ha retrocedido es el de actividad productiva y empleo.
Mejor y peor posición / En comparación con el resto de autonomías, Aragón obtiene su mejor posición en la clasificación de economía familiar, en la que ocupa el cuarto puesto, que a su vez condiciona el lugar a ocupar en el indicador global por el mayor peso que tiene esta variable en el computo general. En los capítulos de actividad productiva y empleo, salud, educación y familia y relaciones sociales, la comunidad se sitúa en quinto lugar.
La peor posición de Aragón se produce en el indicador de seguridad, donde cae al noveno puesto de la clasificación por autonomías. A pesar de ello, también en esta materia la evolución ha sido positiva, ya que en el 2015 se situaba en el decimotercer lugar.
Aragón ha aumentado su ventaja respecto a la media tanto en el indicador global como en seis de los nueve índices parciales.
Valoraciones / El indicador de calidad de vida fue presentado ayer públicamente por el CESA en un acto celebrado en la biblioteca de Aragón de Zaragoza, donde este consejo consultivo e independiente del Ejecutivo autonómico también dio a conocer su último informe anual sobre la situación socioeconómica de Aragón y un estudio sobre la evolución del sector de la logística. En este sentido, el presidente del CESA, José Manuel Lasierra, ensalzó la labor investigadora que desarrolla este órgano.
Sobre el primer indicador, Lasierra destacó la utilidad del informe ya que complementa la información que ofrecen otras variables objetivas como el PIB (Producto Interior Bruto). «La calidad de vida no es solo pasar en el supermercado o bienes que se consumen, sino que hay otros aspectos inmateriales que para medirla que tienen que ver con el ocio, la sensación de paz social o la confianza en las instituciones», explicó.
Privilegios fiscales / El también doctor en Economía y profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza subrayó que Aragón está «bien posicionada» en calidad de vida, sobre todo en los aspectos económicos, donde se encuentra «a un nivel puntero». «Podriamos estar mejor si todos partiéramos de las mismas condiciones», precisó en relación a la comparativa con Navarra y País Vasco, que son regiones privilegiadas por contar con un régimen fiscal propio.
Como asignaturas pendientes o a mejorar, Lasierra señaló la I+D+i, donde Aragón «adolece de algunas deficiencias» y está por debajo de la media nacional aunque ha avanzado y está «en la línea de mejorar más», resaltó.
El acto contó con la participación de la consejera de Economía, Marta Gastón, quien afirmó que los aragoneses «ya empiezan a percibir la recuperación económica» que muestran los datos macroeconómicos y valoró las buenas previsiones para el 2018 gracias a la confianza empresarial. «Un intangible fundamental es la estabilidad. No olvidemos que esta legislatura está configurada por un Gobierno de 20 diputados, lo que requiere un trabajo incesante», argumentó la consejera.
