Los trabajadores de Opel votan hoy y mañana el convenio acordado entre dirección y sindicatos

A escasas horas para que finalice el plazo dado por PSA, Dirección y Comité de Empresa de Opel España alcanzaron este lunes 29 un preacuerdo para el convenio colectivo de la planta de Figueruelas, que queda a expensas de que los más de 5.000 trabajadores lo ratifiquen o rechacen. Así han concluido cuatro intensos días en los cuales las negociaciones se han extendido durante más de 30 horas.

Entre otros asuntos, el convenio, con cinco años de vigencia, incluye congelación salarial durante 2018, un incremento del 50% del IPC real en 2019 y 2020, y del 60% del IPC en 2021 y 2022, siempre condicionado al Plan Industrial que utilice a plena capacidad la planta zaragozana, a 478.000 unidades/año. Además, se recuperan los contratos de relevo, aunque parcialmente, para los nacidos en 1957 y se procederá a la renovación de la plantilla para los empleados nacidos entre 1958 y 1961.

Por lo que respecta a los pluses, se plantea una reducción del 5% en festivos y nocturnidad y se procederá a un estudio orientado a la implantación de plantilla de fin de semana, así como la modificación de las pausas de bocadillo a 17 minutos, en función de la llegada de nuevos modelos.

El acuerdo quedó firmado por UGT, CCOO y Acumagme, que representan tres cuartas partes del Comité de Empresa. Los primeros en votar serán los trabajadores del turno de tarde, a partir de las 13.00 horas de este martes, y finalizarán el referéndum, este miércoles, los del turno de mañana. La dirección, a través de un comunicado, ha apelado «a la responsabilidad de todos los empleados para apoyar el acuerdo firmado» y han destacado el «gran esfuerzo y entendimiento» por ambas partes. «El acuerdo alcanzado establece un marco para mejorar la competitividad de la planta, condición imprescindible para poder aspirar a nuevas inversiones y modelos dentro del Groupe PSA, único camino para mantener el empleo y mirar al futuro», han señalado.

Asimismo, desde UGT han pedido el «sí» a este acuerdo porque «nos estamos jugando nuestro convenio y nuestro futuro», y confían en que este convenio posibilite la llegada del nuevo Corsa. «Pero no solo debemos pensar en el nuevo Corsa, eso sería quedarnos cortos. Con la capacidad instalada y las inversiones hechas podremos optar a nuevos productos. Tenemos la ventaja de ser la única planta Opel que ya tiene un modelo PSA en sus líneas. Sabemos que el Mokka se va en 2019 y el hueco que deja libre debe llenarlo PSA, en contrapartida a nuestro esfuerzo», han indicado.

Del mismo modo, el presidente de Aragón, Javier Lambán, se mostró anoche satisfecho con el acuerdo alcanzado, que ha definido como «uno de los momentos más importantes que me ha tocado vivir y, sin duda, más felices». “Esto significa mucho para la economía aragonesa. Es verdad que implica sacrificios para los trabajadores. Pero espero que se vean sobradamente compensados con el plan industrial al que se ha comprometido PSA”, ha añadido.

A su juicio, el preacuerdo significa la consolidación de un sector tan importante como es el del automóvil dentro de la industria aragonesa; “significa sin duda alguna, un respiro para todos los aragoneses y una excelente noticia que espero que también se vea confirmada por el refrendo de los trabajadores”. Por ello, Lambán pide “encarecidamente” a los trabajadores que den el «sí», desde la convicción de que sus representantes sindicales han hecho “un excelente trabajo defendiendo sus intereses y han conseguido el mejor acuerdo que cabía alcanzar en las actuales circunstancias”.

Por el contrario, desde CGT y OSTA han rechazado este acuerdo ya que, a su juicio, los cinco puntos irrenunciables «no se cumplen o se reducen a meras declaraciones de intenciones», así como otros puntos que no aceptan.

Dirección y sindicatos han vivido cuatro días prácticamente encerrados en la planta de Figueruelas para alcanzar un acuerdo que el jueves parecía imposible. Los sindicatos suspendieron las negociaciones y Opel optó por dar un golpe sobre la mesa al amenazar con la retirada de inversiones y, concretamente, del nuevo Corsa, previsto para 2019. La mediación del presidente Javier Lambán y la consejera Marta Gastón, en sendas reuniones con ambas partes, ha sido determinante para desbloquear la situación y garantizar el futuro de la planta, de los 5.000 trabajadores directos, y de los 25.000 puestos de trabajo indirectos que genera Opel en Aragón.