El Cardenal Omella: “Las elecciones del 21-D deben servir para el bien de todos”

El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha afirmado este sábado que las elecciones catalanas del próximo día 21 deben servir, independientemente de su resultado, para avanzar en la convivencia y para pensar en el respeto y en el bien «de todos».

«Venimos de una situación muy tensa», ha afirmado hoy el arzobispo en una entrevista en el programa ‘Converses’ de COPE-Catalunya, por lo que, según ha añadido, «todo lo que sea ayudar a avanzar en la convivencia será lo mejor».

Omella ha hecho un llamamiento para que los ciudadanos ejerzan su derecho a voto, que voten en conciencia y que «el resultado sea pensando en el bien de todos«, y ha subrayado que «sobre todo tengamos la mirada en los más pobres y esa mirada nos tiene que guiar en la paz, en la convivencia y en el respeto de todos».

En un repaso a lo que ha sido el año 2017, el arzobispo ha tenido también un recuerdo para las víctimas de los atentados terroristas del pasado mes de agosto en Barcelona y Cambrils, que provocaron una reacción ciudadana que, a su juicio, demostró que «Cataluña tiene aún una reserva muy fuerte de solidaridad».

Por otra parte, ha celebrado la iniciativa popular «Salvar la filosofía», que esta semana llegó al Congreso con más de 200.000 firmas recogidas por sus promotores para que esta disciplina sea materia común en cuarto de ESO.

En este sentido, ha dicho que el futuro de una sociedad se plantea en buena parte en la escuela, y que sería bueno el regreso de las ciencias humanísticas y que los centros educativos no se centren sólo en la formación técnica.

Por otra parte, y preguntado por el pesebre de este año de la Plaza de Sant Jaume de Barcelona, ha dicho que, aunque prefiere el pesebre tradicional, el propuesto por el Ayuntamiento respeta la simbología del Nacimiento de Jesucristo.

Omella, que ahora cumple dos años en su responsabilidad como arzobispo de Barcelona, ha abogado por que festividades como la Navidad no se centren tanto en el consumo sino en su carácter espiritual.

Por ello ha abogado por «cambiar los cristales» de la sociedad y que el ser humano vuelva a ser el centro de todo, en lugar del dinero y el consumo, ya que «por encima del dinero están las personas y la solidaridad».