El Ayuntamiento de Zaragoza está trabajando en un delicado proyecto de intervención en el monumento que «deberá contar en todo momento con las prescripciones relativas al patrimonio y arquitectura»
Lleva cientos de años sobre el río Ebro. Pero necesita una nueva intervención para frenar su degradación. El puente de Piedra de Zaragoza, un símbolo arquitectónico de la ciudad, se prepara para una restauración integral amparada en el plan de recuperación de pasarelas que llegará a otras cinco infraestructuras de comunicación de la ciudad. En este caso, debido a su condición de Bien de Interés Cultural (BIC) el proceso deberá ser especialmente cuidadoso con la conservación del monumento, así con su integración en el entorno natural.
El Ayuntamiento de Zaragoza ha adelantado que las actuaciones que se acometan «deberán contar en todo momento con las prescripciones relativas al patrimonio y arquitectura» y que previamente a la intervención de consolidación «se realizará un informe técnico» que sirva para la realización de consultas ante la comisión provincial de Patrimonio en el se describirán las actuaciones de reparación y su forma de ejecución. El anteproyecto de reparación integral del puente estará dotado con 57.838 euros.
Según ha avanzado este lunes el concejal de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano, la inspección principal de puente se centrará en el desgaste general de la sillería, prestando especial atención a las profundas grietas y fisuras que se aprecian a simple vista. También se quiere analizar cómo afecta al conjunto la vegetación y la tierra que se encuentra en algunas de las terrazas de las pilastras. Esto se completará con un informe completo sobre la erosión, desgaste y desprendimiento de los sillares en el muro de estribo izquierdo (el de aguas abajo) y otros posibles deterioros y patologías adicionales.
También se aprovechará para crear un modelo digital de todo el puente y sus estribos, incluyendo el muro de sillares en el muro de estribo izquierdo. El origen de las arcadas actuales data del siglo XV, pero ha sido remodelado en diferentes ocasiones, logrando en el siglo XX su aspecto actual.
Atendiendo a su situación privilegiada en un entorno natural de la ciudad, el proyecto de restauración debe contemplar que el propio monumento a se ha convertido en un espacio de nidificación del vencejo común y del vencejo pálido, animales que utilizan las grietas de generadas en los sillares para buscar refugio. En este sentido, desde el consistorio son conscientes de que antes de intervenir en el puente se deberá tener en cuenta las épocas de nidificación y elaborar un mapa donde se registren los nidos existentes. De hecho, el proyecto incluirá la redacción de un anexo con procedimientos a seguir en las posibles obras de rehabilitación para la protección y conservación de la avifauna del entorno.
Primer semestre de 2026
Por otro lado, atendiendo a su especial significación para la ciudad, para este puente también se incluirá un anteproyecto de mejora de iluminación ornamental y un estudio de movilidad del tráfico peatonal y de vehículos para el entorno y así minimizar las posibles afecciones temporales que pudieran derivar de las obras.
«Los puentes y este tipo de estructuras similares, que son 131 repartidas por toda la ciudad, se revisan de forma constante, pero ahora queremos realizar un programa especial con el objeto de mejorar y realzar su estado y obtener la redacción de un proyecto de intervención integral especializado para cada uno», explicó Serrano en la presentación de las actuaciones previstas en la ciudad. Para avanzar en este plan, que se divide en cuatro lotes, el servicio de conservación de infraestructuras va a lanzar un contrato para la redacción de proyectos por valor de 199.831 euros que estarán listos en cuatro meses.
El Ayuntamiento de Zaragoza quiere tener listo en el primer semestre de 2026 análisis detallados del puente de Piedra, así como del puente de Hierro, el puente sobre el ferrocarril en la carretera de Cogullada, la pasarela del Voluntariado y el puente sobre la desembocadura del Huerva, para poder licitarlos lo antes posible.
De este modo, las obras comenzarían a finales de ese año, en función de la agilidad de los trámites burocráticos y los permisos pertinentes. Entre los estudios previos y la ejecución posterior, la inversión final en todos los puentes de la ciudad rondará los 7,5 millones de euros.










