Se trata también de un paraíso micológico en otoño donde contemplar la berrea del ciervo
Los ríos vuelven a estar en el punto de mira de la política nacional. Aragón no sería el mismo territorio sin sus ríos. El Cinca, el Jalón, el Huerva, el Gállego, el Aragón o el Ebro son solo algunos de los ríos que hacen especial cada esquina de la comunidad. Hay muchos pueblos que ni siquiera existirían si un río no partiese en dos la localidad. Tal como recoge el Gobierno de Aragón, la red fluvial de la comunidad alcanza los 6.152,50 kilómetros.
El Ebro es sin duda el protagonista fluvial de todo Aragón. Además, el principal río de Zaragoza se ha convertido en los últimos años en un destino pescatorio que atrae a miles de personas cada año con el único objetivo de capturar el mayor ejemplar de siluro posible. Aunque mucha gente lo desconoce, en un escondido rincón de la comunidad, más exactamente de la provincia de Teruel, nacen dos de los ríos más importantes de España.
El nacimiento del Tajo y el Turia se encuentran en diferentes puntos del municipio de Guadalaviar, de tan solo 237 habitantes en 2024 según los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este pueblo se encuentra situado en el corazón de la Sierra de Albarracín, rodeado de paisajes de gran belleza y se trata de un destino ideal para todos aquellos que busquen la tranquilidad y el aire puro.

Vista de pájaro de Guadalaviar / GUADALAVIAR
La naturaleza tiene un gran peso en Guadalaviar que en otoño se transforma en un paraíso para los amantes de las setas. Además, hasta mediados de octubre se puede contemplar en la zona la berrea de los ciervos, un espectáculo en el que los machos emiten un profundo bramido para dominar su territorio y para que el resto de ciervos no se acerquen a sus hembras. La localidad también se ha sumado a la iniciativa starlight y será uno de los mejores lugares de Aragón para ver el eclipse de 2026.
Dos nacimientos
A pocos minutos del casco urbano de Guadalaviar se encuentra el nacimiento del río Tajo, más exactamente en una zona llamada Fuente García. El Tajo aragonés va ganando caudal a lo largo de su travesía por la Península Ibérica hasta llegar con un paisaje espectacular en Lisboa donde desemboca. En su comienzo turolense, el turista podrá visitar el monumento al Padre Tajo está compuesto por varias estatuas. Un toro que representa a Teruel, un cáliz que representa a Cuenca y un caballero que representa a Guadalajara. Además, hay una estatua más grande, la del padre Tajo que representa al río.
Menos monumental, aunque de una gran belleza, es el nacimiento del río Turia, que se conoce en su primer tramo aragonés como Guadalaviar antes de juntarse con el Alfambra tras recorrer más de 200 kilómetros. El comienzo del río, que más tarde desembocará en Valencia y tanto se ha hablado en el último año por la fatídica DANA, se encuentra en la Muela de San Juan y su caudal nace como un estrecho hilo entre las rocas.
Así es el pueblo
Guadalaviar es considerado históricamente como un pueblo trashumante donde la ganadería continúa siendo el sector pujante en el tema económico. Tal como recuerda Albarracín Turismo, en este pequeño pueblo de la Sierra de Albarracín se puede visitar el Museo de Trashumancia donde podrás conocer todos los detalles de esta tradición ancestral.
La iglesia de Santiago el Mayor es el monumento más conocido de una localidad donde abunda la arquitectura pastoril. Este templo del siglo XVII, con una nave central y capillas laterales comunicadas entre sí. Si eres amante del senderismo encontrarás multitud de zonas para conocer todos los encantos de un rincón de Aragón que todavía es desconocido para muchos.










