Unos canadienses se enamoran de los colores del Pirineo en otoño: «Uno de los escenarios más espectaculares»

A veces idealizamos otros puntos del mundo y no llegamos a valorar lo que tenemos al lado de casa. Y los Pirineos son una grandísima muestra de ello por la cantidad de belleza que hay por metro cuadrado y la magnitud de las actividades que se pueden realizar.

Canadá no se queda atrás en cuanto a belleza y naturaleza, pero el Pirineo ha conseguido embaucar a un grupo de canadienses sobre todo por sus colores otoñales, que no se pueden encontrar en el país norteamericano.

Senderos Ordesa, empresa de ecoturismo, ha compartido en su Facebook la experiencia de este grupo de canadienses y el motivo por el que han quedado tan fascinados: «El otoño en Vancouver (costa oeste de Canadá, en la provincia de Columbia Británica) no luce tanto como aquí, en los Pirineos». «Aunque pueda parecer lo contrario, allí predominan los bosques de coníferas —abetos, cedros y pinos— que mantienen su verde durante todo el año. En cambio, nuestros valles están llenos de hayas, robles y álamos que en otoño se visten de rojos, naranjas y amarillos, tiñendo el paisaje de pura magia», cuentan.

Por eso, prosiguen, «cuando llega esta estación, los Pirineos se convierten en uno de los escenarios más espectaculares de Europa».