¿Adiós a los contenedores de ropa de Cáritas?

Una ley europea amenaza a los más de 8.500 contenedores de prendas usadas que se encuentran repartidos en España que promueven el reciclaje y la inclusión laboral

De color rojo, con el logo en grande y con la frase que dice: «Reciclamos ropa, insertamos personas». ¿Quién no ha visto un contenedor de ropa usada de Cáritas en cualquier ciudad española que haya visitado?

Actualmente son más de 8.500 contenedores lo que se encuentran repartidos por todo nuestro país. Sin embargo, debido a una ley europea esto podría cambiar. Puesta en marcha en 2022, la ley exige que antes de 2025 los ayuntamientos y entes públicos están obligados a licitar -al igual que se hace con el papel o el cartón- la recogida de ropa y textil. Algo fundamental para las entidades sin ánimo de lucro como lo es Cáritas, para no acabar con pérdidas. No obstante, la realidad es que de los más de 8.000 ayuntamientos que hay en España, tan solo 150 lo han hecho.

Contenedor de ropa usada de Cáritas en la Comunidad de Madrid

Contenedor de ropa usada de Cáritas en la Comunidad de Madrid

Estos contenedores son parte de la labor de Cáritas para promover una economía circular y social. Un gesto tan sencillo como donar las prendas que ya no utilizamos forma parte del gran impacto que promueve la organización: sostenibilidad, reciclaje textil y acceso laboral para personas vulnerables.

A partir de ese momento en el que dejamos la bolsa de ropa en una parroquia o en el contenedor rojo, pasa por un largo proceso y por muchas manos necesarias que garantizan su recogida, una correcta selección de prendas y su posterior limpieza. Finalmente, dar una segunda vida a toda esta ropa es posible gracias a las tiendas Moda re-

No salen las cuentas

Aunque en este aspecto las cifras no le salen a cuenta a la asociación, la continuidad de este proyecto es posible gracias a la compensación que se hace con otras actividades. Tan solo recoger un kilo de ropa les cuesta 0, 30 euros mientras que su venta les genera tan solo 0, 20 euros el kilo.

De acuerdo a los datos de la Federación Española de recuperación y de reciclaje, para el año 2030 se estima que el consumo de prendas incrementará un 63 % alcanzando los 102 millones de toneladas. Esto se traduce en un 11, 9 kg de ropa por habitante al año.

Mientras que un porcentaje de las donaciones por sus estados de uso tan solo pueden ser recicladas, otras muchas son aptas para su venta en las tiendas.

Tiendas Moda Re-

El pasado año, cerraron cifras con un total de 172 puntos de venta: 145 tiendas propias y el resto corners de venta e hipermercados. Los ingresos obtenidos en estas ventas se reinvierten de forma íntegra en programas de formación para personas en situación vulnerable, la apertura de nuevas tiendas y la investigación y desarrollo de nueva tecnología para la reutilización y reciclaje del textil.

El proyecto se compromete en un modelo de donación social: distribuyó gratuitamente en su red de tiendas 281.635 prendas entre colectivos vulnerables a lo largo del año. Ese mismo año además, consolidó 1.608 puestos de trabajo, -863 de ellos para personas en riesgo de exclusión- generando un 17,5 % de puestos de trabajo más que el año anterior.

Tienda Moda re-

Tienda Moda re-

Las tiendas son líderes en recogida y preparación de residuo textil en España no solo por las donaciones que reciben, gracias también a que son partner estratégico de empresas clave como Inditex, Mango o Decathlon. De esta forma, se consolidan también como uno de los proyectos de reutilización y preparación para el reciclaje con mayor proyección a nivel europeo.

¿Fin de los contenedores?

«Estos cambios legislativos están afectando muchísimo al sector del textil», declara Alberto Egido, responsable de de medio ambiente y sostenibilidad de Moda re-.

De acuerdo a la Ley de Residuos de 2022, esta no solo establecía la obligatoriedad de la recogida selectiva del residuo textil para antes del año 2025. Esta ley también contemplaba que al menos el 50 % de las licitaciones públicas de ayuntamientos y mancomunidades estuvieran reservadas a empresas de inserción y a centros de empleo que tuviesen esta iniciativa social.

Además la ley establece lo que se conoce como «SCRAP» (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor). Esto significa que los productores de prendas tienen que pagar un canon por esta producción textil: cuanto mayor sea la sostenibilidad de la prenda, más baja será la tarifa exigida. De esta manera, la norma pretende impulsar la vida útil de los tejidos. Cuanta mayor vida útil tiene una prenda, más fácil es de gestionar.

«La mayoría de prendas no se pueden reciclar. La composición de la prenda es fundamental», admite Alberto. Esta situación se debe en mayor medida, según explica, a la composición de «elastano» en la mayoría de prendas que se fabrican hoy en día. Esta fibra sintética es muy compleja de reciclar y esto provoca un gran problema ambiental ya que esta ropa no pueden contribuir en la economía circular.

Centro de tratamiento de prendas usadas de Moda re-

Centro de tratamiento de prendas usadas de Moda re-

Para hacer frente a esta seria problemática, Cáritas ha puesto a disposición de los ayuntamientos y entidades locales una web para facilitar todo el proceso de licitaciones, residuotextil.org. De entre todas las facilidades que desde la web ofrece, destaca un mapa que recoge las licitaciones que cumplen con lo que la ley dictamina para que otros ayuntamientos imiten este modelo. Además de otras herramientas y documentación para facilitar y agilizar este proceso.

Desde Cáritas afirman que entienden a las administraciones locales que están a la espera de la legislación europea que se ha retrasado y que todos estos esfuerzos que están realizando es por su labor a sin ánimo de lucro. Los contenedores establecidos en espacios públicos sí que están obligados a seguir la ley. No obstante, los contenedores con convenios privados como los acordados con cadenas de supermercados, no se verán afectados. «Cuánto más fácil sea para la ciudadanía, más ropa recogeremos y menos ropa irá a vertederos o incineración», explica Alberto.

«La escala de tiendas en España es muy menor en comparación de otros puntos de Europa. Las charities en Reino Unido suman más de 10.000 tiendas de segunda mano», resalta Alberto en su labor en Cáritas por fomentar el reciclaje de ropa en nuestro país.