El jefe de la fuerza naval española ha rechazado la posibilidad de que los barcos de la Armada vayan a estar en la mar combatiendo la migración irregular.
Más información: Una fragata de la Armada persigue a un submarino y un buque de Rusia en las proximidades del Estrecho
El jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante general Antonio Piñeiro, ha dejado claro que la misión de los buques militares en el mar no es combatir la inmigración irregular, sino salvar vidas.
Así lo ha afirmado en el Foro de la Nueva Defensa y el Espacio, en respuesta a una pregunta del dirigente de Vox, Javier Ortega Smith, quien planteó la posibilidad de reforzar la presencia naval en el Estrecho y en aguas de Canarias, Ceuta y Melilla para frenar la llegada de cayucos a las costas españolas.
«Que nadie piense que la Armada va a estar combatiendo en la mar la inmigración ilegal», ha recalcado Piñeiro, insistiendo en que ante un cayuco la primera responsabilidad es asistir y rescatar a sus ocupantes en peligro.
El almirante ha subrayado que la función de la Armada puede ser la identificación de embarcaciones o la puesta a disposición de la justicia, como se hace en la Operación Atalanta de la Unión Europea, pero en ningún caso apartar ni interceptar directamente a quienes viajan en ellas. «No estamos para eso. La misión de un barco de la Armada es ayudar a la gente», ha zanjado.
Piñeiro ha destacado además que la inmigración irregular es un asunto de competencia gubernamental, y no directamente de las Fuerzas Armadas, aunque estas sí pueden contribuir de forma indirecta colaborando en países de origen, como sucede actualmente en Mauritania.
Para ilustrar la gravedad de estas operaciones de rescate, ha recordado su experiencia en la Operación Sophia de la UE contra las mafias del tráfico de personas en el Mediterráneo, en la que participaron fragatas españolas en misiones humanitarias.
«Es muy duro tener que escoger entre salvar a uno u otro de entre cientos de personas en el agua, muchas sin saber nadar, sabiendo que quizá el que dejas atrás ya no estará cuando regreses», ha relatado el Ajema.
En el mismo foro, Piñeiro también ha abordado la relación de la Armada con la industria de defensa israelí, después de que el Gobierno anunciara el embargo a la compraventa de material militar con Israel. «La Armada no tiene contratos con Israel», ha asegurado, precisando que, aunque nunca se dieron grandes acuerdos con el país hebreo, sí existen colaboraciones con Estados Unidos.
A este respecto, insistió en la necesidad de ser pragmáticos y sustituir con normalidad los productos israelíes por los de otras industrias, sin excesivos dramatismos. Por su parte, el Ministerio de Defensa ya dio por finalizados los vínculos con Tel Aviv en el marco del plan de desconexión tecnológica y militar con ese Estado.