Los jóvenes españoles tienen que destinar más del 90% de su salario para emanciparse en solitario
El informe sobre emancipación juvenil que ha presentado este martes en rueda de prensa el Consejo de la Juventud de España (CJE), con motivo del Día de la Juventud, que se celebra este 12 de agosto, muestra una realidad difícil para los jóvenes españoles. Solo el 15,2% de las personas de entre 16 y 34 años y residentes en España vivió fuera del hogar familiar en el segundo semestre de 2024, la cifra más baja desde 2006, desde que hay registros. Además, había 102.203 personas jóvenes menos viviendo fuera del hogar familiar que en 2023.
Los jóvenes españoles tienen que destinar más del 90% de su salario para emanciparse en solitario y más del 35% para acceder, en el mejor de los casos, a una habitación en un piso compartido. A finales de 2024, alquilar una vivienda libre costaba de media 1.080 euros mensuales, el precio más alto desde que existen registros. El CJE explica que esto suponía un esfuerzo del 92,3% del salario de una persona joven asalariada, «una cifra que pone de manifiesto las dificultades para emanciparse en solitario». A nivel de hogar, señala que el esfuerzo requerido (46,8%) superaba «significativamente» el umbral del 30% recomendado por organismos internacionales. Asimismo, el alquiler de una habitación, con un precio mediano de 380 euros, también sobrepasaba ese umbral.
Respecto al precio medio de compraventa de una vivienda, este alcanzó los 197.210 euros a finales de 2024, un 7% más que el año anterior. El CJE indica que ello suponía que una persona joven debía dedicar «íntegramente» su salario durante 14 años para poder acceder a una propiedad. Asimismo, para hacer frente al pago de la entrada, estimada en unos 59.000 euros, una persona joven asalariada tendría que destinarlo durante cuatro años.
En esta línea, el informe refleja que el régimen de tenencia más común entre la juventud emancipada sigue siendo el alquiler (57,9%). Además, añade que el 19,7% de las personas jóvenes emancipadas vivía sola en el segundo semestre de 2024 e indica que el porcentaje que compartía piso fue del 29,3%.
Por otro lado, el problema económico va más allá de encontrar empleo, ya que en 2024 el 30% de las personas jóvenes estaba en riesgo de pobreza o exclusión social, y casi uno de cada cinco jóvenes con empleo (18,8%) seguía en esta situación, un porcentaje que ha aumentado respecto a 2009. Entre quienes están en paro, la cifra supera el 50%.
En cuanto al nivel educativo, más de seis de cada diez jóvenes han superado la educación obligatoria y un 29,8% ha cursado estudios superiores. Sin embargo, el CJE avisa de que esta formación no garantiza condiciones de vida independientes. Así, el informe revela que la tasa de paro entre jóvenes con estudios superiores (13,4%) es más baja que entre quienes tienen estudios primarios (42,3%), «pero la dificultad para emanciparse persiste en ambos grupos debido a los costes de vivienda».
Diferencias regionales
El informe también refleja que Madrid y Cataluña presentaban a finales de 2024 las tasas de emancipación más altas (17,9% y 17,6%), mientras que Castilla-La Mancha (10,6%) y Andalucía (12%) registraban las más bajas. Respecto a los salarios, un joven madrileño ganaba de media 17.563 euros al año, frente a los 11.793 euros en Canarias. En todo caso, los datos del informe reflejan que el salario mediano de la juventud asalariada creció un 11% interanual, situándose en 14.046,52 euros anuales, mientras que la tasa de paro descendió hasta el 19,1%, su mínimo en un segundo semestre desde antes de la Gran Recesión. «Estas mejoras no fueron suficientes para facilitar la emancipación, debido a las dificultades persistentes -y cada vez más intensas- en el acceso a la vivienda», recalca.
La imagen de una juventud pasiva, que ni estudia ni trabaja, es sencillamente falsa».
El CJE también advierte de que «la imagen de una juventud pasiva, que ni estudia ni trabaja, es sencillamente falsa», ya que menos del 3% de las personas jóvenes están en esa situación, frente a un 35,5% que compaginan trabajo y estudios.
Finalmente, desde el CJE reclaman al Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana que abra un canal activo y periódico de seguimiento para evaluar la evolución de la situación juvenil y reformar aquellas políticas que no están funcionando. «Medidas como la aplicación efectiva de la Ley por el Derecho a la Vivienda, la reforma del Bono Alquiler Joven para que llegue realmente a toda la población joven o la construcción de parque público de vivienda con un 40% destinado a juventud son imprescindibles para revertir esta tendencia», subraya.
España, a la cola de la UE
Según datos de Eurostat, España es el cuarto país de la Unión Europea en el que los jóvenes tardan más en abandonar el hogar de sus padres. La edad media es de 30,4 años, solo por detrás de Croacia, que se sitúa en cabeza con una media de 31,8 años, Eslovaquia (31,0 años) y Grecia (30,6 años). En el lado opuesto, los jóvenes que más pronto se independizan de sus hogares familiares se encuentran en Finlandia, con una media de 21,4 años. Entre las medias más bajas, menores de 23 años, también están Suecia y Dinamarca (ambos con 21,8 años), y Estonia (22,8 años).
De forma general y en comparación con el año anterior, en 2023 los jóvenes de la UE abandonaron el hogar de sus padres a la edad media de 26,3 años, casi a la misma edad que en 2022, donde la media se situó en 26,4 años.